La tensión en la habitación se espesó con cada palabra. Christoph, atrapado entre el pasado y el presente, enfrentaba una decisión crucial. Lena, Annika y ahora Tiffany: su vida se había convertido en un torbellino de emociones y secretos. —¿La amas? —insistió Lena, buscando respuestas que Christoph no quería dar. —No te importa —respondió él, su voz tensa. Lena no se detuvo. —Espero que no la ames, porque me enteré de que Tiffany se ha divorciado —dijo, observando la reacción de Christoph. Los ojos de Christoph se abrieron con sorpresa. Tiffany, su primer amor, la mujer que había dejado atrás por otras circunstancias, estaba quedando libre. ¿Qué significaba eso para él ahora? —¿Qué estás diciendo? —preguntó Christoph, luchando por mantener la calma. —Lo que oíste —afirmó Lena—. Lle

