Elijan observaba como Angie se divertía junto a su hermano y a Amalia, por la mañana después de recoger leña para la fogata, Gabriel entro en la tienda de las chicas al ver que aún estaban dormidas, brinco sobre ellas aplastándolas.
—¡Jam! — Se quejó Amalia al recibir todo el peso. — ¿Qué te pasa Gabriel?, casi me dejas sin aire. — Saco el pie que tenía debajo de él y con el mismo lo rempujo.
Ella se dio vuelta para seguir durmiendo, en cambio, Angie recordó esa mañana cuando estuvo tan cerca de Liam, miro a esa dirección y él ya no se encontraba en ese lugar.
—¿Ya todos están despiertos?. — Pregunto la castaña acomodándose en la cama inflable.
—Ya hasta desayunamos, solo faltan ustedes.
Gabriel se subió sobre Amalia para molestarla, se colocó sobre ella como si fuera su cama viendo boca arriba.
—¡Gabriel!, quítate enano del demonio.
—Eso no se dice Amalia. —Lucia entro a la tienda y se sentó a los pies de sus hijos. — Gabriel, no seas grosero. — Su hijo aún tenía comportamientos de niño de 7 años, él negaba mientras se movía sobre la chica.
—Gabriel, déjala la vas a matar.
Su madre comenzó hacerle cosquillas mientras él trataba de esquivarlas, aun moviéndose sobre Lía, quien comenzaba a reír a causa de la falta de aire por el peso de Gabriel.
Angie al ver como Gabriel aplastaba a su amiga se tiró sobre su hermano para llevárselo con su peso, la pobre Lía estaba siendo aplastada por los dos hermanos.
—Niños basta, se van a golpear. — Las risas de todos se escuchaba a lo lejos, Elijan entro para encontrar a los tres amigos revolcándose en su cama inflable, muertos de la risa.
Amalia por fin logro salir de la prisión en que la tenía Gabriel, se subió sobre él para darle de su propia medicina al ser un joven con más fuerza que ella lograba quitarla de encima.
Angie y Amalia trataban de tomarle las manos y dejarlo inmóvil en una de ese Gabriel rempujo con tanta fuerza a Amalia que está salió volando fuera de la cama cayendo por los pies de Elijan quien solo sonreía.
Podría estar jugando con ellos si no hubiera cometido aquella estupidez de sentirse avergonzado de sus amigas y sus raíces, comenzó a sentirse arrepentido por el daño que le causo con aquellas palabras.
Ya era tarde, aun así quería disculparse con Angie.
—¿Estás bien?, lo siento, no medí mi fuerza. — Gabriel le ayudo a ponerse de pie mientras reía.
—Cálmate Hulk. — Le dijo su hermana arreglándose los colochos que se salían de su moño.
Después de un desayuno y un cambio de ropa, decidieron compartir el resto de la tarde con la familia, platicaron, jugaron, se enojaron y al final rieron a carcajadas por lo bien que la estaban pasando.
Liam solo se quedó en la maca, él no se había metido al lago, ya que no sabía nadar y los recuerdos lo atormentaban, tenía un miedo a las aguas profundas.
Angie se sentó en la otra maca y saco su celular, tomo una foto de ella en dirección al lago con una sonrisa en sus labios, tomo otra haciendo gestos, Liam quien la estaba observando sonrió por como aquella chica ponía boca de pato para la foto.
Angie se giró en la misma maca mirando al lago, subió su celular, tomo una foto de ella y de Liam, quien al ver lo que hacía la chica hizo que sus ojos se torcieran haciéndolos visco.
Aquella foto quedó hermosa a los ojos de la castaña, un Liam detrás de ella con cara graciosa, ella no era de las que cambiaba su foto de perfil, pero amo esa foto en el momento en que quedo retratada.
No lo pensó mucho y la coloco en su perfil de chats, Liam se acercó a ella para ver que hacía dándole un susto por la cercanía.
Angie volvió a poner la cámara, ya que él estaba tan cerca y tomo una donde los dos sonreían, a lo lejos su padre los vio tan cerca que comenzó a caminar hacia ellos.
Lucia estaba sentada en un troco en forma de silla mensajeado con su amiga Sofía sobre lo que había ocurrido, ella le decía que esperarían asta volver a la ciudad para hablar sobre lo que había hecho Elijan.
Miro la cercanía de los jóvenes y no le vio nada malo en tomarse unas fotos camino a ellos, colocándose detrás de Liam para posar y así salir en ella junto a los dos jóvenes.
—¿Qué hacen?. —Pregunto Ángel moviendo la maca casi votando a su hija.
—Solo tomábamos fotos para el recuerdo. — Dijo la castaña poniéndose de pie abrazando a su padre para tomarse una con él.
—Yo se las tomo. —Dijo Liam extendiendo la mano para que ella le diera su celular.
Ángel tomó de la mano a su esposa para que se uniera y así Gabriel, Amalia, Elijan se encontraban ya con ellos.
Al final Angie coloco el temporizador, coloco su celular en un lugar alto para que todos salieran en las fotos.
Era una foto hermosa donde todos tenían una sonrisa, sin imaginar lo que estaría por pasar.
Liam estaba a la orilla del lago donde el agua no lo tocaba, Lucia estaba dentro del agua, pero a las orillas para acompañar a Liam.
Angie se subía en su padre molestándolo, Elijan a pesar de estar con ellos no tenía la oportunidad de estar cerca de la castaña como deseaba.
Liam pasaba la lista de su música para darle más ambiente al sitio sin dejar que las canciones continuaran, buscaba una de su agrado sin encontrarla.
—Vuelve, vuelve. — Le dijo Amalia al escuchar una que a ella le gustaba. —Ponla de nuevo
Liam regresó unas tres canciones asta que dejo sonar la que Amalia quería.
Ni Gucci ni Prada de Kenny Man.
Y aquella canción comenzó a sonar —Ella no quiere ni Gucci, ni Prada, fendi, ni Louis Vuitton. — Comenzaron a cantar la castaña y su amiga. — No le importa jacuzzi, limusina, ni mansión.
—Pensaste que con toda la plata tendrías su corazón. — Dijo esta vez Gabriel empujando a Lía y a su hermana disimulando que le robaba el show. — Pero con letras dulces me la llevo a mi sillón.
—Y eso que no tengo ni un peso, pero a ella no le importa eso, y a la hora de darme un beso, ella me lo da sin esfuerzo. — Cantaron los tres en coro tan alto como salía su voz.
Su padre comenzó a moverse llamando a su esposa para que lo acompañara, Lucia se puso de pie y camino asta estar con su esposo para bailar en el agua mientras sus hijos seguían cantando aquella canción.
—Yo no puedo pagarle Champaña, Buchanan ni Moel Chandon. — Seguía los jóvenes cantando a todo pulmón. —Puedo darle tequila, cerveza fría y un buen ron.
Amalia miraba a Elijan, quería provocar una pelea, ya que él prefería una limusina que un paseo en caballo.
Lía parecía que aquella canción se la estaba dedicando a Elijan, ella la cantaba con tanta pasión disfrutando de cada letra de esa canción.
—yo no puedo llevarla pa´ España, Italia o pa´ Nueva York, yo la llevo a la luna cuando hacemos el amor. — Ángel canto con sus hijos y luego beso a su esposa con la misma pasión con la que la besaba cada día.
Liam deseó haber grabado aquella escena, sin embargo, al tener la música no podía hacerlo, esa familia era excepcional.
Se preguntó como es que llego a ellos, su mundo era tan diferente, sin embargo, prefería ese mundo que el suyo, uno con colores negros y grises donde sonreír era pecado.
Ángel le tiro agua, ya que este en los dos días no se había metido ni para quitarse el sudor.
—Deja de ser tan aguafiestas. — Le dijo Ángel saliendo del agua. — Aún no pienso matarte por desobedecer. — Le dio una sonrisa socarrona y se sentó junto a él, sacudiendo su cabello.
Las gotas de agua mojaron su celular así como a su rostro, Liam se limpió con la camisa, la subió a su rostro dejando ver sus bellos six pack, el abdomen de Liam parecía una deliciosa tableta de chocolate.
Angie se sumergió en el agua y grito dentro de ella al imaginar recorrerlos con sus pequeños dedos, sus pensamientos se volvían poemas perversos sobre lo que deseaba decirle y quería hacerle.
Salió de ella al ya no tener aire, casi tosiendo por el agua que se tragó. — No sé cuantas veces me orine aquí y ya me trague mis miados y los suyos. — Dijo aun tosiendo.
Gabriel subió las cejas mientras dejaba salir la orina. — Eso se sintió genial.
—Eres un puerco, sucio, marrano, cochino. — Amalia comenzó a golpearlo al sentir como el agua cerca de él se sentía caliente.
Gabriel la abrazo y la hundió con el bajo el agua, Amalia salió escupiendo el agua dándose vuelta y así subirse en él.
El peso de ella lo sumergió, Amalia callo de espalda al agua cuando Gabriel logro ponerse de pie y así comenzó otra guerra.
Lucia platicaba con Elijan mientras sus hijos jugaban y su esposo estaba con Liam. — Tu madre me contó que tu novia te puso una orden de alejamiento por acoso.
—No fue por acoso. — Se defendió él. — Es un malentendido, no quiero hablar de eso.
La mirada de Elijan se volvió fría, él no quería hablar de ese problema con nadie, ya que sabía lo que le dirían.
—Está bien, solo quería saber que estabas bien. — Le dijo ella dándole una sonrisa. — Sé que ya no eres un niño, pero puedes contar conmigo.
Está bien, hablar de los problemas no es bueno que los guardes.
Elijan no dijo nada, solo observaba y escuchaba ni siquiera sabia, porque la obsesión con la castaña, de un momento a otro, solo quería estar con ella, verla y platicar.
Su plan de pedirle perdón, de convencerla, estaba saliendo mal, Ángel, al igual que Gabriel y Amalia, no se separaban de ella.
No sabía si solo le gustaba físicamente, ya que no era la misma niña a la que le dejo de hablar, ella se había vuelto toda una señorita con varios talentos y virtudes, tenía otros pensamientos, unos más maduros, aunque seguía teniendo esos de niña, todo en ella había cambiado el desarrollo le cayó de maravilla.
No le gustaba la idea de saber que aquel chico la miraba con deseo, la castaña tenía que ser de ella cueste lo que le cueste.
—Lo tendré en cuenta. — Fingió una sonrisa y entro más al lago, alejándose de ellos.
—Se van a dar un mal golpe. — Los regaño.
—Papá, juegos de lucha. — Le grito Angie, su amiga estaba en los hombros de Gabriel ya lista para comenzar.
El cielo estaba soleado, los pajaritos cantaban la música en el celular de Liam sonaba, las risas no paraban, Lucia estaba rodeando a las dos parejas, siendo la árbitra en ese juego, eso era lo que ella más disfrutaba de su familia.
Ver como sus hijos reían, eso le devolvía la vida.
Angie no aguantaba la risa, se había orinado en su padre y este la aventó al agua molesto por aquella falta de respeto, Amalia estaba feliz de ir ganando por fin en un juego.
— No porque seas mi hija te da el derecho de orinarte. — la tomo de los hombros y la hamaqueo un poco, luego la sumergió en el agua por un segundo, a pesar de eso la castaña no dejaba de reírse.
Liam se había alejado, él volvió a la hamaca donde comenzó a dormirse, aunque estaba disfrutando de la vista y de las ocurrencias de la familia, él siempre había sido una persona apartada, así que le estaba costando encajar a demás del claro problema de no saber nadar.
El agua donde se encontraba la familia no era profunda; sin embargo, Liam deseaba estar en tierra firme donde sabía que no se ahogaría.
Elijan cambio su ropa por una seca y se quedó en la tienda viendo los mensajes y las redes, miro aquella foto donde estaba su ex con otro hombre y la ira creció en él.
Aquella chica era la culpable de que su padre le quitara la ayuda, que sus amigos le dieran la espalda y que las mujeres le llamaran violador cuando no lo era.
Él jamás había obligado a una mujer a tener relaciones sexuales, tal vez si era un poco tóxico, y agresivo, sin embargo, tocar a una mujer sin su consentimiento no iba con él.
Estaba consciente que si había golpeado a la que fue ex de Liam, pero esa vez fue un accidente, era consciente que era una persona sofocante, e irritante.
Un violador jamás, aquella chica estuvo con él por voluntad, el problema era que Elijan no era el único en la vida de ella, él solo quería una explicación del porqué ella terminaba con él.
Él comenzó a buscarla, a seguirla, a llamarla asta en punto de hartarla, Elijan era así obsesivo, insistente, un acosador cuando se interesaba en algo.
Cuando se dio cuenta de que no era el único se puso muy agresivo y fue ahí donde ella le contó a sus padres sobre como él la acosaba, mintió para quedar bien ante sus padres.
Aventó el celular frustrado, él estaba quedando sin nada mientras aquella chica disfrutaba de la vida junto a uno de sus amantes.
—¡Ah!, creo que pise algo filoso. — Gabriel dejo caer a Amalia cuando su pie se paró en algo que le causo mucho dolor.
El agua comenzó a teñirse de rojo, causando miedo en su madre. — Salgamos. — le dijo dando la mano para que se apoyara en ella.
Angie se colocó en el otro extremo para ayudarle, su hermano hacía gesto de dolor y el agua seguía tiñéndose de rojo.
—¿En qué te paraste?. — Le pregunto su padre mirando la herida en la planta del pie.
Amalia, quien los había seguido, volvió al agua para saber que es lo que había debajo del agua, busco asta que encontró un pedazo de botella rota.
—No sé. — Dijo Gabriel aun con la expresión de dolor. — Solo sentí que era muy filoso.
Ángel tomó unas de sus camisas y la enrollo para evitar que sangrara más. — Creo que el paseo se terminó, te llevaré al hospital, no sé qué tan profunda es.
Dijo su padre tratando que el trapo detuviera el sangrado.
—Pienso que es esto en lo que te paraste. — Lía salió con el vidrio en las manos. — Al parecer muchas personas vienen y dejan sus basuras.
—Ponlo en una bolsa con la basura. — Le dijo Lucia. — Es mejor que te llevemos al hospital cariño.
Gabriel asintió ya que le dolía la planta del pie, podía sentir como le ardía la herida y el dolor comenzaba a subir. — Dile a los muchachos que comiencen a empacar.
Los jóvenes estaban triste de tener que salir y acabar con el viaje, pero estaban más preocupados por el corte de Gabriel, puesto que podría infectarse al no saber qué tipo de bacterias se encontraban en esas aguas.
Liam junto a Elijan comenzaron con lo más grande y pesado, mientras que las jóvenes con lo más pequeño.
Aquellas risas terminaron en caras largas y preocupadas.
El sol estaba bajando y los pajaritos dejaron de cantar, el sonido de los grillos era más intenso.
—Todo va a estar bien enano. — Su hermano lo abrazo para darle apoyo.