NARRA RAYN COLLIVER Definitivamente, yo soy otro. Yo he vuelto a ser el mismo Rayn Colliver de hace 10 años y todo es debido a Ciara Allen. Aún no me ha dicho que sí, pero yo ando feliz como una lombriz. Nada más abro los ojos, una sonrisa aparece en mi rostro y me acompaña durante toda mi rutina matutina: mientras me cepillo los dientes, mientras hago pesas en el gimnasio y mientras descargo repetidas tandas de golpes y patadas contra el saco de boxeo que cuelga del techo, mientras bebo agua, mientras preparo mi café italiano, mientras me baño, mientras me visto... en todo momento Ciara Allen está en mi cabeza y algo, en el fondo, me dice que ella ya me ha elegido a mí. Cuando estoy listo, salgo y me subo al coche. —Buenos días, Joe —soy el primero en saludar. Joe sonríe a través del

