Sueños extraños

1352 Words
_ Em. ¿Por qué estás aquí sentada? ¿A quién esperas? _ Estaba sentada en el borde de un acantilado. Mirando hacia el mar, que se veía a una distancia no muy lejos de donde estábamos, y que parecía como un desierto. De repente me toma de la mano y me lleva casi arrastras, haciendo que yo corriera detrás de ella. _ Te espero a ti tonto. Corre La seguí como me pidió mientras ella llevaba mi mano cogida. Yo corría detrás de ella. Pero me di cuenta de que donde yo pisaba, el suelo estaba lleno de lodo. Mis pies se hundían y estaban llenos de lodo. Pero al mirar los de Emily, noté que donde ella pisaba, la tierra era seca y firme. Me pareció raro, porque yo pisaba donde mismo ella pisaba, pero al yo poner mis pies inmediatamente la tierra se convertía en lodo y mis pies se hundían y se ensuciaban. Me sorprendió mucho ver eso y entonces le pregunté: _ Pero, a dónde vamos.? ¿Dónde estamos? ¿Qué lugar es este? _ ella seguía corriendo sin contestarme. Entonces, me zafé de su agarre bruscamente y me detuve mirando a mi alrededor. Era un lugar desierto, Pero se veía el mar y las montañas a lo lejos. Emily se detiene también y me mira enojada. _ Quería mostrarte la Costa Amalfi. Pero como siempre, tienes miedo. Eres un cobarde Noah. Mira ellos están ahí_ Me dice señalando con la mano, al mismo tiempo que miro y veo unas hermosas casas, coloridas y llenas de flores en sus balcones y jardines. Restaurantes y bares. En uno de los restaurantes estaba sentada Viviana, conversando con un hombre que yo no conocía. _ Viviana? _ susurré. Pero es que todo ese hermoso paisaje, estaba solo de la parte en la que yo me encontraba, pero donde estaba Em, todo seguía desierto. Vi como ella bajó el brazo con el que señalaba y se volvió para irse. _ Em! _ La llame, e hice el intento de caminar para alcanzarla, para explicarle que había algo raro en ese lugar, quería decirle que teníamos que irnos de allí, pero no podía moverme. Miré hacía abajo para ver si era el lodo bajo mis pies, pero me di cuenta de que ya no estaba el lodo. Al levantar la mirada hacia Emily, vi a un hombre de espaldas. Ella se acercaba a él. _ Emily _ le grité. El hombre se volvió y me miró con una mirada burlona. Con una sonrisa, como cuando uno ha ganado la partida. Estiró su mano y ella la tomó. Luego me miraron y él se reía como burlándose. Pero ella me miraba con una mirada triste. Estaba desesperado de no poner caminar. La impotencia que sentía era abrumadora cuando vi la cara de aquel hombre. Era el formato sin terminar amigo de mi amiga. Quería correr y arrebatarla de su mano, pero no podía _ Emily! _ solo podía gritar. Ella me mira una vez más. _ Ya me voy Noah. Tú siempre tienes miedo. Él no me abandona. _ No. No. Noooo! Emilyyyy! No te vayas. Vuelveeee. _ quería correr tras ella, pero no podía por más que intentaba. Estaba desesperado. _ Noooo! Emilyyyy! _ De repente Viviana estaba frente a mí. Me tomó por el hombro. _ Noah, amor, Mírame. Noah_ Me decía mientras me sacudía con fuerza… Me desperté de repente, asustado y desorientado. Porque Viviana me estaba despertando. Sentí las gotas de sudor corriendo por mi cuerpo. Los latidos de mi corazón parecían martillar mi pecho. Me senté a la orilla de la cama, y todavía con las imágenes del sueño en mi cabeza, tapo mi rostro con las manos, apoyándome con los codos en las piernas. Siempre creí que yo no soñaba. Y si lo hacía, no recordaba los sueños. No lograba encontrar una lógica a esto. Los sueños eran extraños, como si los estuviera viviendo en realidad. _Estabas teniendo una pesadilla. _ Me dijo Viviana, sentándose a mi lado y secándome el sudor. _ Y qué dije? _ Le pregunté sin mirarla, con el rostro aún escondido entre mis manos. Preocupado, queriendo saber si había dicho algo comprometedor. _ No hablaste, pero estabas inquieto. Parece que no podías despertar. _ Suspiré por el alivio que sentí al escuchar eso. Miré el reloj en la mesita de noche y ya eran casi las 10 de la mañana. _ Y Randy? Ya está despierto.? _ Sí. Estamos esperando por ti para desayunar. _ Estaré listo en 10 minutos. _ Me levanté y fui directo al baño para lavarme un poco. ¿Qué sueño fue ese? Me preguntaba. ¿Por qué ahora de repente sueño? Mientras me aseaba un poco para bajar a desayunar, no dejaba de pensar en ello. Cómo es que parecía que no era un sueño, si no, que era realidad.? ¡Un cobarde! Humm! Me miré en el espejo. Será que es eso lo que pasa, ¿qué tengo miedo? No me consideraba un hombre con miedo. Pero ahora por causa de ese sueño, no hacía más que cuestionarme al respecto. ¿Costa Amalfi? Salí del baño a buscar mi teléfono. Tenía que averiguar que era la Costa Amalfi. Para mi sorpresa cuando lo abrí, tenía un mensaje de Emily. _ “Noah has mal interpretado las cosas. Hemos estado muy alterados esta noche. Discutimos por nada. Luis regresó porque olvidó su bolso sobre el sofá. Nosotros no lo vimos porque estábamos discutiendo. Pero allí estaba en verdad. Por favor llámame. Necesitamos arreglar las cosas. No quiero que sigas teniendo esa mala impresión de mí “ No podía responder. Así que busqué en Google sobre Costa Amalfi. Encontré que es un hermoso y pintoresco lugar en las costas de Napoli en Italia. Humm!! Italia?! Solté el teléfono a un lado y salí de la habitación Emily Me desperté y miré el reloj que estaba en la mesita de noche al lado de la cama, para confirmar que realmente no había dormido, si no apenas unas escasas horas. Me sentía afligida, triste y confundida, tanto como cuando intenté quedarme dormida hace unas horas atrás, consciente de que el sueño me haría olvidar lo ocurrido y me sentiría mejor al despertar. Pero no resultó como lo esperaba. Miré el teléfono celular para ver si Noah me había respondido, pero no lo hizo. Eso me dio más tristeza. Anoche estaba en verdad muy enojado. Podría entenderlo si hubiese algo entre nosotros. Pero no es así y nunca lo ha sido. Su reacción me parece un poco exagerada, teniendo en cuenta que hace muchos años no nos veíamos. Cuando estábamos en la Prepa, él era también muy celoso, aunque siempre fuimos solamente amigos. Pero lo que me aflige, no es precisamente su comportamiento. Si no, el mío. Se que le gusto también a él, aunque a veces pienso, que él cree que soy fácil y por eso quiere algo conmigo. Pero los deseos intensos que despierta en mí cuando lo veo, cuando me mira, cuando me toca. Mi corazón late desesperado, mientras mi mente percibe el peligro y no me deja consumar mis deseos del corazón. Pero vive Dios, que lo deseo. Ciertamente estoy consciente del peligro, de las consecuencias que podrían desatarse si me dejo llevar por mis deseos y eso es lo que quiero evitar. No puedo por más que lo desee involucrarme en una situación que podría traerme muy malas consecuencias y arrastrar conmigo a otras personas. Sería cruel y egoísta de mi parte. Si bien mi matrimonio estaba pasando por una etapa difícil, no me parecía justo desear con tanto anhelo a otro hombre. Un profundo suspiro sale de mi interior. Me abrazo a mí misma haciéndome un pequeño rollo en la cama, mientras recordaba aquel momento en la playa. Sentía un ardor quemando mi parte íntima, al recuerdo de la mirada seria y dura pero dulce y apasionada de él, y su entrepierna, dura pegaba a mí, sus manos apretando mi glúteo y acercándome más, su respiración entrecortada y... No. No podía. No debía hacerme esto.
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