Porque...la amo

1537 Words
Lo que no me esperaba cuando anuncié mi llegada con tanta pompa como la de un rey; en vez de salir madre, quien salió fue Emíl y al parecer muy enojado. _ Hola Emil…! _ Pero todavía tienes el descaro de venir hasta aquí? Ay que ser desgraciado. Sal de aquí. Vete. Vete. _ Me decía sin siquiera permitirme saludarlo y hablando bajo, pero muy enfurecido. Comenzó a empujarme hasta llevarme a fuera. _ No te quiero ver por aquí. Fuera. _Espera, espera Emíl. Qué pasa.? ¿Por qué de pronto…? _ Pasa que te advertí que todo estaría bien, siempre que no le hicieras daño a mi hermanita. Pero al perecer la has cagado demasiado pronto. ¿No te parece? Así que toma tu maldita maleta, arrastra tu culo hasta tu auto, desaparece de aquí y no vuelvas más. Lárgate de aquí. _ hablaba enojado pero sin alterar la voz, tomando la maleta y arrojándola también. _ Lo siento Emíl, pero no me iré…_ le dije mirándolo sin temor alguno y con decisión en mis palabras. Lo cual, lo enfureció más. _ Ah no?, ¿No vas a irte dices? Ya verás como si lo harás desgraciado. _ decía mientras se acercaba a mí. De pronto levantó su brazo izquierdo y lo llevó hasta atrás. Cerró su mano haciendo un puño, que descargó directo en mi rostro, con toda la fuerza que podía presentar en todo su cuerpo. Y vaya que era mucha la fuerza que tenía el muy condenado este; porque habiéndome tomado desprevenido, caí de un golpe hacía atrás tendido en la tierra, como un saco de papa arrojado en el lugar. Llevé mi mano al lugar donde me golpeó al sentir algo mojado y caliente rodar por mi rostro. Lo miré, y agradecí, que no sé dónde carajos habían salido madre que llegó en ese mismo momento, porque lo siguiente que iba hacer era levantarme y devolverle el golpe. Acababa de renunciar a todo lo que tenía por su hermanita. ¿Acaso creía este imbécil que con un golpe y unos cuantos gritos me iba a asustar? Iba a pelear si eso era necesario. No había problemas con eso, puedo hacerlo. También tenía fuerza en mi muñeca y valor para pelear también. Pero no me iré de aquí, dejando a mi chiquita. Mucho menos después que me dijo que me amaba. _ Emíl! ¿Qué haces? _ dijo madre al llegar tomándolo por el brazo. _ Estás loco o qué? _ Madre. ¿Ya viste cómo llegó ella? A saber, qué le ha hecho este.! _ _ Cómo llegó ella.? ¿Qué significa eso madre? Dónde está.? ¿Está bien? _ Me sentí horrorizado cuando escuché eso. Pero al parecer madre no me escuchaba, o estaba muy ocupada reprendiendo a Emíl y ayudándome a ponerme de pie. _ Eso es precisamente el punto hijo. Que no sabemos que pasó. _ Dijo hablándole a Emíl. _ No puedes ir por ahí repartiendo golpes, haciendo juicios y sentenciando a las personas sin antes haber escuchado su versión. Todos merecemos el beneficio de la duda. _ Madre por favor, dime dónde está. Necesito verla. _ Me puse de pie. Ella mandó a Emíl a dentro, el cual obedeció a su madre, y entonces puso toda su atención en mí. _ Vamos entra. Toma esa maleta y hablemos dentro. Ya los vecinos están otra vez pendientes de nosotros. Estos día has dado tú mucho de qué hablar por aquí. ¿Parece que nunca tienes suficiente? Entramos y me pidió que tomara asiento. Ella se sentó frente a mí. No sabía por qué, aquella señora, me transmitía paz. A simple vista se notaba que era mujer de carácter fuerte. Sabía y acomedida. Tal vez por eso me sentía cómodo estando en su presencia. _ No. Me he dado cuenta de que no tengo nunca suficiente desde que conocí a su hija. _ Le dije mientras tocaba mi rostro por el dolor que sentía del golpe que me había dado el energúmeno de Emíl. _ Voy a curar un poco tu herida. Por fortuna no es grave ni profunda. _ La tomé por la mano para que no se pusiera de pie. _ Madre, eso no importa ahora. Estoy desesperado. ¿Dónde está? Necesito verla por favor. _ Uhmm.! _ suspiró profundo. _ Ella se quedó dormida llorando. Llegó desconsolada. Temblaba como una pluma. Huumm! Siempre le pasa cuando se pone triste.! Se tiró en la cama y lloró y lloró sin decir nada por más que le pregunté, hasta que se quedó rendida. _ Ah, yo… lo siento tanto. Yo… _ Qué pasó hijo? ¿Puedes decirme? _ No le hice nada. Créame, madre. Al menos no directamente. _ Trataba de buscar las palabras adecuadas. _ Estábamos bien. Pero llegaron de sorpresa mis padres, un amigo y… una... amiga. _ No pude sostenerle la mirada. _ Puedo asegurar que era solo una amiga. Pero que alberga esperanzas… conmigo. _ Alegué esa parte de la historia a mi favor, omitiendo el agravio de mi madre. _ Solo que yo no… _ no sabía que debía decir para no complicar las cosas. _ Ella se abalanzó sobre mí cuando me vio y dijo cosas que no son verdad. Ya hablé con ella. Le explicara a Emily la verdad, lo prometo. _ le aseguré_ Yo… le rogué que no se fuera. Pero no me escuchó. Y por eso estoy aquí. _ Volví a mirarla. _ Se que ella está muy enfadada conmigo ahora, pero si me permites quedarme aquí, lo arreglaré. Lo prometo. Solo… solo quiero estar con ella, porque… porque… la amo. _ Al fin podía decirlo ya sin miedo alguno. Porque esa era la verdad. Me había enamorado de aquella chiquita. ¿Cómo podía seguir negándomelo a mí mismo? Sí es cierto que es por mucho más joven que yo. Pero no será por eso por lo que voy a renunciar a ella. Madre me escuchaba atentamente sin dejar de escudriñarme. _ Ella está en su habitación. _ Dijo de pronto. _ Puedo pasar a verla.? _ Dije poniéndome de pie inmediatamente, más calmado ahora. Ella me regalo una sonrisa y un sí, con un movimiento de cabeza. Vi caer el anochecer lentamente mientras estuve allí mirándola dormir. Acariciaba su rostro que parecía triste aun cuando dormía. Me reproché mil veces, una y otra vez, el haber sido parte de la causa su tristeza. Si hubiera podido hacer algo para volver el tiempo y evitarle este sufrimiento, lo haría sin dudarlo. Madre me llamó para cenar y no quise hacerlo. No tenía ningún apetito. Habían pasado varias horas desde que estaba allí contemplando sus sueños sin querer despertarla. Como me sentí cansado, fui al baño y al regresar, como pude me acosté al lado de ella en aquella pequeña cama para una sola persona. Emily Recuerdo que me despertó el ruido proveniente de una puerta al cerrar. Pensé que alguien había ido al baño tal vez. Abrí lo ojos porque sentí que mi cuerpo reclamaba al sentirse entumecido por estar, pienso, por mucho tiempo en una misma posición. Quise girarme para acomodarme y seguir durmiendo, pero algo allí detrás de mí, no me permitía moverme. Activé mis sentidos y el olfato fue el primero que me habló al percibir su aroma. Luego el tacto me dijo que tenía mi cabeza sobre algo que no era mi almohada. Los ojos me pidieron mirar. Miré y era un brazo y no mi almohada. Pero entonces vi que otro brazo con un reloj de pulsera pasaba por encima de mí, abrazándome. Presté atención al escuchar la respiración profunda de alguien dormido detrás de mí. Y sentí un gusto amargo en mi boca que oprimió mi corazón, al recordar. Me levanté de pronto de la cama y me giré, para encontrarme con Fabio allí, otra vez en mi cama. Asombrada de verlo, me pregunté qué estaba haciendo allí. ¿Y su familia y su novia? ¿Dónde estaban? ¿Qué había pasado? En lo profundo de mí, sentí cierta alegría de verlo, de que haya venido tras de mí. Pero vi a esa mujer besándolo y a él tomándola por la cintura. Luego a su madre… no entendí lo que hablaban muy bien, pero sabía que no les gustaba por mi color de piel. Cerré mis ojos ante esos recuerdos. Ya había llorado demasiado por lo humillada que me sentí. No quise seguir mirándolo y además necesitaba ir de urgencias al baño. Tan pronto como regrese lo despertaré y … _ Aaah.! _ De pronto me tropecé con algo que era una maleta. Abrí mis ojos asombrada al ver que era la de Fabio. ¿Pero qué…? ¿Es que se ha traído sus cosas? Pensé. Pero el ruido que causé, lo despertó. _ Hola chiquita. _ Lo miré y quería decirle que se fuera. Pero la tristeza volvió a apoderarse de mí, dejándome una vez más sin habla. Salí corriendo de la habitación y fui al baño. Quería quedarme ahí dentro por largo rato, buscando recuperarme y entender qué debía hacer. Como todavía no amanecía y todos dormían no quería hacer mucho ruido. No quería que escucharan que estaba llorando otra vez.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD