Huracán y paloma

1776 Words
Standin hier beside you (Parado aquí a tu lado) want so musch to give you this love in my heart, that i´m feelin for you (quiero tanto darte este amor en mi corazón, que estoy sintiendo por ti.) let´em say we´re crazy. I don´t care ´bout that, (déjalos que digan que estamos locos, eso no me importa) Put your hand in my hand (pon tu mano sobre mi mano) baby don´t ever look back. (Baby no mires a atrás nunca) let the world around us just fall apart (deja que el mundo que nos rodea, simplemente se desmorone) _ Tampoco quiero perderte chiquita. _ Me dijo con una voz ronca y suave. Sacó las manos de los bolsillos y me tomó por la cintura, acercándome más a él. _ pero quiero que entiendas algo. Eres joven, pero inteligente. Sabes que... que tendré que ir a Italia de todas formas. Pero debes saber que voy a volver por ti. Que no quiero perderte tampoco. Así que volveré. _ Ahora era él quien acariciaba mi rostro con el dorso de una de sus manos y con la otra me tenía apretada a él, mientras me hablaba con tanto cariño y me miraba con tanto amor y devoción. _ Tienes que confiar en mí. _ _ Y ya sabes cuando te vas.? _ Le pregunté, temiendo que fuera ya. _ Unos días más y luego tendré que ir. _ Me da un pequeño y cariñoso toque en la nariz y otro besito. Tratando de consolarme pienso yo. _ Será difícil chiquita. Al menos para mí. Pero si confías en mí, y te aseguro que puedes hacerlo; _ Otro besito _ y me esperas, _ Otro besito _ podemos lograrlo. Baby we can make it if we´er heart to heart (baby podemos lograrlo si estamos corazón a corazón) and we can build this dream together (y podemos construir este sueño juntos) standing strong forever (de pie fuertes para siempre) nothing´s gonna stop us now (nada puede pararnos ahora) Otra vez el beso, Pero uno ya no tan rápido. Atrapó mis labios en los de él, y agradezco por no haberse extendido más. porque con la destreza con la que lo me besa, podía hacer que me derritiera de deseos allí delante de todos. Y sabía lo que causaba en mí el sin vergüenza, porque al dejar de besarme, me mira con su cara alegre y su sonrisa burlona y todavía me pregunta_ ¿Uuuhm? _ ¿Vas a ... esperar por mí? _ _Sí. Voy a esperarte. _ Le dije segura, pero él ya no me miraba a mí. _ Quería besarte otra vez, perooo… madre nos está mirando con muy mala cara ahora mismo. _ Me decía mientras miraba detrás de mí. Vuelve a mirarme con los ojos muy abiertos _ Y creo que está viniendo para acá. _ Me giro para ver en dirección a donde estaba mi madre y efectivamente estaba acercándose a nosotros. _ Podemos entrar un momento, los dos. _ Dijo apuntándonos con dos dedos. _Necesito hablarles. _ Su tono era calmado, aunque era más bien una orden y no una pregunta. Acto seguido se giró y comenzó a caminar hacia la casa. La seguimos cogidos de las manos. Noté que una de mis vecinas, miró a Fabio burlonamente. Y como no me gustó del modo como lo miraba, me detuve frente a ella. _ ¿Pasa algo Merci? _ Le pregunté. Me miró levantando los labios y moviendo todo su cuerpo. Ella iba a responderme, pero como llegó mi hermano, no dijo nada, y se sonrió todavía como burlándose. _ Entra a la casa Em. _ Y le hizo una seña a Fabio para que me llevara a dentro. _ Vamos chiquita, por favor. _ Normalmente, no era problemática, pero tampoco era idiota. Por su mirada sabía que algo había pasado. Pero preferí dejarlo para luego. _ ¿Van a comer ahora? Ninguno de los dos ha comido nada hoy. _ Para eso nos llamó mi madre. Para que comiéramos. Nos miramos asombrados, pero felices de librarnos de una reprimenda. Nos dejó solos después de poner la comida y quedamos otra vez solos. Nos dimos cuenta del apetito que teníamos al ver, que habíamos devorado todo lo que mi madre nos sirvió. No supe cuando terminamos en la habitación, llenándonos de besos, mientras todos estaban afuera. Llegó el momento en el que no podíamos esperar a quitarnos las ganas que nos teníamos. _ Vámonos al hotel amor. _ Me dijo. _ Aquí pueden oírnos. Hasta vernos. _ decía apartando a penas sus labios de los míos. _ Sí. Llévame al hotel. Al salir Fabio agradeció a mi madre por la comida y por lo bien que lo había tratado en esos días. Ella le pidió que regresara cuando quisiera. Luego me miró, esperando que dijera yo algo _ Madre me voy a salir con Fabio. _ Ella me miró de reojo. No era como que tenía que pedirle permiso para salir, pero no me atrevía a decirle que me iba al hotel. _ ¿Vas a volver? _ me dijo irónicamente. _ Madre por favor.! _ le dije mirándola con vergüenza. Miré y Fabio se estaba despidiendo de sus nuevos amigos. Les prometió volver antes de irse para echar otra partida y beber unos tragos. Les aconsejó que no siguieran consumiendo veneno y nos fuimos. No podíamos quitarnos las manos de encima ni aun cuando manejaba de regreso al hotel. Con una manejaba y con la otra me tocaba. Y como yo lo besaba todo el tiempo, paró el auto en un lugar oscuro del camino, porque no pudimos esperar a llegar hasta el hotel. Joder que cuando estábamos en el mejor momento, tocaron a la ventanilla y cuando miramos, la policía nos estaba alumbrando con una lampara. Fabio me tapo rápidamente con su cuerpo, para que no me vieran desnuda. Abrió un poco la ventanilla. _ Pasa algo.? _ les pregunta Fabio, haciendo un gesto para que dejaran de alumbrar. _ Queríamos saber si presenta algún problema. ¿Necesita ayuda? _ La cara de fastidio de Fabio fue demasiado evidente. _ Muchas gracias. Pero puedo arreglármelas solo con mi novia. _ Les dijo descarada y explícitamente para que se fueran. Creo que entendieron porque, después de darle una advertencia... _ Bueno pues tenga cuidado, y será mejor que no ande por lugares oscuros con su novia. Podría pasar cualquier cosa. Es mejor evitar. ¿No le parece? _ y así se fueron sin esperar una respuesta. A lo que Fabio respondió enfado imitando la voz del oficial _ Claro, claro, entendido. _ Suspiró y me miró. Yo ya me había puesto la ropa una vez que el policía dejó de alumbrar. Él tenía todavía el pantalón a medias. Solo necesitaba ponerse el tshirt. _ Joder_ Dijo y me miró encendiendo el auto. Aquella noche no dejé casi nada a la imaginación. Si él me había hecho conocer la cima del cielo en los días anteriores; esa noche que regresamos al hotel después de nuestro desacuerdo; se hizo realidad, mi momento de fantasía, cuando pensé que él se había ido y cantando aquella canción que tanto le gustaba a mi madre, me vi con él otra vez en la habitación del hotel. Como soy una buena alumna, aprendí en pocos días con él. Y cada cosa que me hizo sentir con sus manos, con su boca, con su abultada entre pierna, así lo hice también con él. La noche de aquella anoche volvió, para darme la oportunidad de no dejarlo en una simple fantasía. Y tal como viví en mi fantasía, me volví una fiera de verdad esta noche, dándole placer. Con mi boca con mis manos, con mi cuerpo. Ni siquiera se en verdad cuántas cosas le hice. Me deleité viéndolo sufrir de placer susurrando mi nombre desesperado. Me confesó, que no sabía de dónde iba a sacar el valor para irse y dejarme aquí. Pero sus palabras y sus caricias también se volvían contra mí. Me olvidé por completo de mí y me entregué también sin reservas y sin miedo alguno. Fui un huracán, sí. pero también fui la paloma entre sus brazos. En medio de aquella euforia desenfrenada, también me hizo gritar de placer su nombre. Me hizo comenzar a verlo con ojos diferentes. Aquel hombre ahora me parecía más guapo, más hermoso, más sexi, si eso era posible. Admiraba su belleza, su hermoso rostro cubierto de sudor, mirándome apasionado, susurrando palabras ininteligibles, que yo no entendía, porque tal vez estaba hablando en su idioma; enloquecido de placer, mientras entraba y salía de mí en un movimiento exótico que me hacía perder también la razón, cuando sentía que tocaba mis entrañas, precisamente en el punto donde me hacía explotar una y otra vez, cada vez más placentera. Descubrí que lo amaba. Que ya no quería seguir sin él. Y entre lágrimas de alegría y placer le confesé mi amor. _ Te amo Fabio. _ Le dije tomándolo por el rostro y mirándolo a los ojos. _ Te amo. _ Lo repetí varias veces, después de que nuestras respiraciones al fin se habían calmado. Él se limitó a mirarme, y a besarme, sin decir ni una palabra. Una noche y un día amándonos sin parar. Salimos al atardecer del siguiente día para ir a comer. Nos fuimos al restaurante del hotel. Comimos y luego nos fuimos a caminar a la orilla de la playa. Mirando y disfrutando de lo hermoso del atardecer. Supimos por un amigo que Luis estaba trabajando y fuimos al bar donde este estaba y allí estuvimos unas horas, conversando y bebiendo algunos tragos. Yo no quería beber, pero Luis preparo un trago suave para mí. Todo fue maravilloso esa noche otra vez. Y hubiese continuado así, si la puerta no hubiese sonado inesperada e insistentemente mientras nos hacíamos una ducha, al otro día, cuando despertamos después del mediodía. Fabio me dejó en la ducha y salió a ver quién estaba tocando con tanta insistencia. Cerré el agua y escuché unas voces a fuera. No le di importancia porque pensé que era del servicio del hotel, hasta que me di cuenta de que no entendía lo que decían. Me puse la bata de baño de Fabio, porque él salió envuelto en la toalla. Me acerqué porque, además, eran las voces de más de una persona. Veo a un hombre parado con cara de disgusto en un lado y casi muero cuando veo del otro lado a una mujer en los brazos de Fabio, besándolo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD