_ Entramos? _ Dije dirigiéndome a Luis. Pero Noah no me soltaba de su abrazo. Tomé la mano que tenía sobre mi hombro para apartarlo de mí. Si bien era cierto que me gustaba, y demasiado estar tan cerca de él, también era consciente de que no debía ser. Estaba separando su brazo mientras le decía: _ Puedes irte Noah. Estaré bien. _ En cambio él, aparta mi mano y me tira con fuerza, como si le hubiese molestado lo que le dije, acercándome más a él de un solo golpe. Me toma por el mentón y hace que lo mire a los ojos. La claridad de las luces de la calle me permitía ver, el oscuro de sus hermosos ojos verdes, enojados. Su mirada, con los ojos entre cerrados y la cabeza un poco ladeada hacia un lado, el susurro de su voz que era apenas audible, alteraron todos mis sentidos, dejándome inmóvil,

