Volví a perder a mí amiga

1425 Words
Afortunadamente para mí, Viviana conversaba muy animada con esa amiga de ella, que según tengo entendido es hasta evangélica o que se yo qué, y que… _ Frunzo el entrecejo debido al pensamiento que me acababa de llegar. _ ... dicho sea de paso, me hacía pensar por su extraño comportamiento de los últimos días de Viviana, que esta amiga estaba teniendo alguna influencia en ella, por los cambios que le estaba notando), misma a la que había invitado para no sentirse tan sola en el grupo, ya que no conocía a casi nadie. Así que ella no lo notó. O eso creí yo. No estaba buscando una excusa para salir por Viviana. Ella confiaba en mí, pero mi hijo estaba quedándose con nosotros hasta mañana. _ Fui tan obvio? _ Le pregunté mirándolo a los ojos. _ Por lo menos yo lo noté. No sé los demás. Realmente aquí todos sabemos que Emily es tu dolor de cabeza Noah. Tal vez y espero que así sea, Viviana sea la única que no lo sepa. _ Volví a mirar hacía donde estaba mi esposa cuando escuché lo que Rey dijo, e inmediatamente volví a centrar mi mirada en él. _ Estás loco Rey. Eso pasó hace mucho tiempo. Además, sabes mejor que nadie que entre nosotros nunca pasó nada. _ Si eso lo se. Pero también se, que, si fuera por ti, hubiese pasado. Se que tus pensamientos estaban en ella todo el tiempo amigo. Y tú desanimo fue por su ausencia. A ver dime, no es a ella a quien quieres ir a ver ahora mismo.? _ En verdad quería golpearlo por conocerme tan bien. Apreté el puño por las ganas que sentía de hacerlo en verdad. Lo menos que necesitaba en este momento era un amigo que me conociera tanto, al punto de leer mis pensamientos. Lo que necesitaba era una buena excusa para poder salir de casa. Lo miré con una mirada asesina, a lo que él respondió riéndose de mí. _ Está bien mi amigo. No te pongas así. Voy a ayudarte. _ Dijo mirando en dirección a Viviana. _ Afirmaré lo que digas. Media hora después, estaba llegando a la casa donde se hospedaba Emily. Le había dicho a Viviana y a mi hijo que saldría por un momento, para ayudar a Rey en algo que el necesitaba y que regresaría pronto. Cuando fue el momento, yo tomé la ruta que debía seguir en realidad, y Rey siguió su camino. Había una luz encendida dentro de la casa. Así que toqué el timbre, esperando ver a Emily cuando abriera. Mi corazón empezó a latir fuertemente cuando sentí unos pasos acercándose. Durante el trayecto hasta aquí, estuve ideando la excusa ideal para que ella me perdonara, a pesar de que en el fondo sentía un poco de enojo porque ella no fue a la barbacoa. Me hacía pensar que no le interesaba en absoluto arreglar la situación entre nosotros. ¿Qué pretendía? Irse así no más, sin decir nada, ¿sin arreglar las cosas? ¿Acaso pensó que yo la dejaría irse así no más? ¡Pues no señorita Emily! ¡No te dejaré ir así! Tendremos que hablarlo primero. Pero me llevé la sorpresa de mi vida cuando vi a un señor abrir, y que además me dijo que Emily, había entregado inesperadamente la casa, un día antes de lo convenido. _ Y sabe a dónde fue? ¿No dijo algo? _ Le pregunté sintiendo que mi alma dejaba mi cuerpo en aquel instante, y en aquel lugar junto aquella puerta. _ Lo siento, pero no lo se. Ella no dijo nada. Me quedé callado y estático por un buen rato. Viendo como mi alma salía corriendo sin importarle mi cuerpo. Dejándome débil e indefenso allí. Me parecía que alguien por ahí se burlaba de mí en secreto. Pero me negaba a aceptar, que mis pensamientos eran realidad. Caminé automáticamente hasta llegar al auto. Por puro instinto abrí la puerta y me senté frente al timón al mismo tiempo en que caía en sí, de que ni siquiera le di las gracias al señor que me atendió. Si puedo describir con palabras lo que sentía en aquel momento, podría decir que me sentí desolado. Débil e impotente. Sin saber qué debía hacer en ese momento. " Ella se fue. Se había ido de verdad. entonces en verdad no le importa". Era lo único que podía pensar. Jamás esperé que ella se fuera a ir. Otra vez, sin decir nada. Sin decir adiós. Volví a perder a mi amiga. Aquella noche cuando salí enfadado de su casa, estaba seguro de que la vería al menos por última vez en mi casa para la barbacoa y que podríamos arreglar nuestro desacuerdo, como siempre lo hacíamos, porque en sus ojos vi el miedo a que me fuera enojado. Sentí que le importaba. Pero se había ido. Y lo que más me desolaba era la pregunta que me hacía: si volvería a verla. Cuántos años más deberían pasar, para volver a verla.!? O peor aún era, si ella quería volver a verme. Deseé en ese momento, haberle respondido cuando me llamó. Me arrepentí profundamente de no haber respondido a sus mensajes. _ Maldita sea Noah! _Grité maldiciendo. Golpeé el timón del auto con todas mis fuerzas y apreté fuertemente hasta sentir dolor, tratando de sacar la frustración. Sentí como un mareo repentino. pensé que era debido al coraje que sentía. Aflojé el agarre lentamente mientras posaba la cabeza en el timón, intentando relajarme un poco y dejar que pasara el mareo, mientras sopesaba la idea que me estaba llegando. Al cerrar los ojos, me vi viajando en un avión con destino a Italia. miraba por la pequeña ventanilla como el avión descendía y observaba el hermoso paisaje que se dejaba ver. Salgo del aeropuerto y un taxi se para frente a mí y yo le entrego un pedazo de papel en el que estaba escrita una dirección. El taxista asiente y me siento un poco más seguro cuando me responde en inglés. Yo estaba rebosante de alegría. Sabía que iba a ver a Em más pronto de lo que imaginé. El miedo que me invadía, el hecho de no volver a verla en otros veinte años había desaparecido, porque dentro de poco estaría con ella. Me sentía muy feliz y seguro de haber tomado la decisión correcta, porque en unos 20 años más, estaríamos mucho más viejos. Ese pensamiento me hace sonreír. Uhm tal vez y envejecemos junto. Al menos yo, estaba dispuesto a intentarlo. Feliz abro la puerta del taxi y la sorpresa que me llevo es grande, cuando veo a Viviana, sentada adentro. _ Sube ya amor. Estoy loca por conocer la bella Italia. _ Me decía ella. Al parecer mucho más feliz que yo. Miro al taxista, que me estaba mirando con una sonrisa muy amplía, y me quedo helado cuando me doy cuenta de que era el mismo señor que me abrió la puerta en el hospedaje de Emily. El asombro me hace cerrar la puerta de golpe... Siento un ligero toque a lo lejos que atrae mi atención. Miro buscando de dónde provienen... para así darme cuenta, que me había quedado dormido y que había caído en uno de esos sueños que me invadían desde que Emily regresó a mi vida. Y para más, los golpes que sentía a lo lejos, y que fueron la causa por la que me desperté, venían de la ventana de mi auto, y eran del mismo señor que me abrió la puerta y que en el sueño era el taxista. _ “Joder! ¿Qué rayos está pasando conmigo? “_ Pensé mientras bajaba el cristal de la ventana del auto. _ Lo siento señor. Estaba saliendo y lo vi aquí todavía. Quería saber si está bien. ¿Necesita ayuda alguna? No se le ve muy bien. _ Me dice muy amable el señor. Yo aparté mi mirada de él, mirando hacia la nada. _ Solo necesito saber dónde está ella ahora? _ Le respondí. Mi voz se sintió profunda y adolorida. El me mira como decepcionado, por no poder ayudarme. _ Lo siento. No puedo hacer nada por usted entonces. Pero le aconsejo que la busque en la casa de algún familiar. Y si no, hasta en un hotel. Piense que ella vuela mañana al atardecer. Lo sé porque ella iba a dejar la casa después del mediodía de mañana. Así que debe estar hospedada en algún hotel o con algún pariente.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD