Capítulo 41

1802 Words

Cuando no encontré a Campos en la puerta del colegio aquella noche tan fría, quedé estupefacta. Él nunca faltaba, jamás había estado ausente y siempre estaba allí, en su puesto de trabajo, como un soldado en guardia. Ahora estaba un joven nervioso, atolondrado, que nunca había visto antes ni conocía. -No sé, señorita, el señor director me llamó en la mañana y me dijo que yo estuviera en la puerta recibiendo a los alumnos-, intentó explicarme, pero él estaba tanto o más desorientado que yo, ciertamente carcomido por la tensión de de su nuevo trabajo. Perales tampoco sabía nada. -Al igual que tú me doy con la sorpresa que Hugo no está-, me dijo acaramelado de mis ojos. Pregunté a los muchachos si alguien sabía algo sobre Campos, pero nadie me daba razón. -Seguro está resfriado, Miss, op

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD