2. Una vida junto a él.

1722 Words
Emily Mayer Desde esa vez en la discoteca Dominic y yo nos hicimos “amigos” aunque la atracción entre los dos era evidente, ningún hombre me había interesado tanto como el, mamá decía que cuando conoces al indicado tu corazón lo sabe y el mío lo sabía, pero no sabía como decirle a Dominic que me gustaba cada vez que lo veía mi corazón quería salir de mi pecho, era un hombre tan atractivo y cualquier mujer podía notarlo, recibía miradas llenas de desagrado de parte de las mujeres que se acercaban a el pues el siempre estaba conmigo hablando o bailando. Después de tres meses de haberlo conocido decidí decirle lo que sentía por el. Dominic se quedo en silencio solo observándome por un momento creí que seria rechazada pero no fue así sorprendentemente el me tomó por la cintura y unió sus labios con los míos, era un beso lleno de deseo y a la misma vez cariño, ese día termine en el departamento de el, Dominic me tomó de una manera tan linda y romántica, me hizo suya y el fue mío, me deje llevar por lo que él provocaba, jamás olvidaré esa noche mágica, en la que sus manos me hicieron sentir un fuego, una pasión desbordante, sus besos me llevaron a tocar el cielo. Me entregue a Dominic sin restricciones y no me arrepiento para nada, ame cada momento junto a él, la noche paso tan rápido que ni quería separarme de él por la mañana. Me quedé admirando lo guapo que es, sus labios deliciosos, sus pestañas rizadas, lo deje durmiendo solo di un beso sobre sus labios, estaba cansada y quería quedarme a su lado pero ahora sería una Emily muerta, no informe a mis padres que no llegaría y mis amigas tampoco saben de mi. … Al llegar a casa actúe lo más normal posible, tres pares de ojos se posaron sobre mi. —Buenos días familia ¿Cómo están? —salude a todo, mi madre sonrió y negó, mi padre me miraba de pies a cabeza con su ceño fruncido y mi hermano Julián parecía un toro molesto, sus brazos estaban cruzados sobre su pecho —¿Ya desayunaron traigo un poco de hambre?. —Ven a comer Emily, justo acabo de terminar de hacer el desayuno —me acerque a mi madre sonriendo y evitando las miradas de mi padre y mi hermano. —Emily Mayer —me llamo mi padre y detuve mis pasos —¿Vas a decir de donde vienes o no?. —Creo que la pregunta seria ¿Con quien estuviste y por que vienes hasta esta hora? —hablo esta vez mi hermano. —No te metas Julián —le dije molesta. —¡Emily! —regaño mi padre —¿De donde vienes? —preguntó nuevamente —en todos estos años nunca has hecho esto, me preocupaste demasiado —me debatía entre mentir y no hacerlo pues nunca le había mentido a papá, bueno mentiras grandes, solo pequeñitas le he dicho. —Lo lamento papá, en verdad creí que les había informado —sonreí inocente, esperaba que no preguntaran más —ahora vamos a comer, que tengo mucha hambre. —No señorita de aquí no se va hasta que me respondas —dijo mi padre con firmeza. —Te lo dije papá, Emily esta saliendo con alguien y por eso se comporta así es seguro que viene de estar con él. Dime ¿Quién es el? ¿Dónde lo puedo encontrar? —decía Julián alterado, rodé los ojos. —Cállate Julián, pero si tiene razón papá… yo bueno, nada más somos amigos lo estoy conociendo —confesé, evite la mirada de mi padre. —¿Y para conocerlo necesitas pasar la noche con el? —cuestionó papá, y Julián solo asentía de acuerdo con el. —No, pero… es que se hizo tarde mientras hablábamos y por eso me quedé en su… departamento —dije mi padre me observó con sus ojos entrecerrados. —No le creas papá es seguro que ella y ese hombre…. —Ni lo digas Julián, no quiero escuchar eso —pidió mi padre. —¿Pueden discutir después? La comida se enfría —se quejo mi madre. —Mi amor pero es que necesito saber con quién sale Emily —dijo mi padre. —Cariño estoy segura que Emily pronto nos presentará al hombre con quien sale ¿No es así Emi? —mi madre me miró con advertencia. —Si lo hare —acepte, espero y el tema se les olvide. Desayunamos los cuatro juntos después de eso, mi hermano me miraba como si quisiera descubrir algo oculto en mi, lo ignoré durante todo el desayuno. En cuanto pude escape a mi habitación, busque mi móvil y efectivamente tenía mensajes de Dominic preguntando el porqué lo había dejado solo, sonreí y le explique todo. Mi móvil vibró segundos después de que él leyó mi mensaje donde le explique lo que había pasado. —¿Se molesto mucho tu padre contigo? —preguntó en cuanto respondí. —Un poco —respondí. —¿Nos veremos esta noche? Creí que nos daríamos una ducha juntos al despertar —me tiré sobre la cama mientras hablaba con el. —Si es lo que tu quieres —respondí —Lamento no haberte despertado. —No te preocupes. Si me sentí abandonado pero me debes ese beso de buenos días Emily. —No te preocupes cuando nos veamos te daré el de buenos días, buenas noches, y todo los que quieras. —Los aceptaré todos, te veo en la noche hermosa, cuídate —se despidió de mí, pegue el móvil a mi pecho mientras sonreía enamorada. —“Te daré todos los que quieras” —escuché la voz de Julián, quien intentaba copiar mi voz. —¡Maldición Julián! ¿Por qué no tocas antes de entrar? Me matarás de un susto —le reclamé y le lancé mi almohada. —Eres una mentirosa Emily. “Solo hablamos” no te creí ni media palabra. —No me importa si me crees o no —dije —no me molestes vete, yo no me meto en tu vida. —¿Ah no? Y cuando le dijiste a mi novia que ella era la quinta qué traía a casa ¿qué fue eso? —solté una carcajada recordando la cara de la chica. —En mi defensa ella no era para ti y lo sabes, el tiempo me dio la razón —dije aun riendo. —Bueno en eso tienes razón, yo también debo de ver si el es para ti… —El tiempo lo dirá Julián, estoy preparada para todo te lo prometo —el se sentó a mi lado. —No quiero que sufras Emi —el acaricio mi mejilla. —Mamá dice que en el amor siempre sufres, pero eso te hace más fuerte, las mejores historias de amor a veces están llenas de dificultades —el me sonrió —¿tu estarás para mi si llegara a sufrir?. —Después de darle una paliza al imbécil estaré para ti —lo abracé. —Todo irá bien Julián, lo conozco poco, veremos después —dije… Y así fue… El tiempo lo dijo, Dominic me pidió ser su novia, mis días estaban siendo muy feliz en su compañía, lo presente a mis padres y aunque mi padre y Julián parecían odiarlo Dominic se gano su cariño porque el no se limitaba, Dominic era todo un caballero conmigo aun estando mis padres enfrente, yo era la que me ponía toda roja cuando el era tan cariñoso conmigo frente a mí padre. Mi padre lo invito a ir con nosotros a la casa de campo en ese lugar pasamos momentos hermosos, amaba esa casa pues era enorme, recuerdo que de niña corría por todo el campo entre las flores qué ahí nacían, las que más recuerdo y me gustan son los diente león, cuando estas ya estaban secas y soltaban sus semillas, me gustaba tomarlas y soplarlas, el viento las elevaba muy alto, incluso me peleaba con el cuando el encontraba la última. —¡Dominic! —le grité. —¿Qué ocurre hermosa? —preguntó llegando a mi lado. —Mira encontré un diente de león —le la observo con una ceja arqueada— bueno… básicamente son sus semilla, pero he escuchado que puedes pedir un deseo mientras la soplas —le dije —¿Quieres pedir un deseo conmigo?. —No creo que necesite un deseo, yo ya tengo lo que deseo —dijo tomando mi cintura mientras me veía con intensidad. —Estoy hablando enserio Dominic —dije. —Yo también muñequita —acarició mi mejilla —pero lo hare porque hay algo más que deseo. —Bien a la cuenta de tres lo haces —el asintió —uno… dos… tres… —ambos soplamos mientras lo hacía yo solo desee una vida junto a él y creo que el también pensaba lo mismo pues ahí en medio de aquel campo el se arrodillo frente a mí sacando un anillo, teníamos ya un año y seis meses de ser pareja y casi dos años de conocerlo pero sabía que él era para mi. —Se que no es el mejor ambiente romántico esperaba hacerlo en la cena con tus padres pero no pude resistir al verte tan feliz en este lugar, la luz del sol te hace brillar aun más y esa sonrisa en tu rostro te hace ver aun más hermosa. Emily, mi hermosa Emily, mi muñequita ¿Quieres casarte conmigo? —preguntó, no pude evitar que las lágrimas salieran de mis ojos. —Si, si acepto —respondí con emoción me lancé a sus brazos y ambos caímos al suelo, el me sostuvo pegada a su cuerpo, en ningún momento me soltó. Aunque fuera en este lugar en el que me pidió matrimonio y no pareciera romántico para el pero para mi era especial y ahora lo era aun más. Emily Mayer se casa y con el hombre que conquista su corazón con una mirada. Estoy demasiado emocionada por eso… agradezco que mi camino coincidiera con el de Dominic haberlo conocido es lo mejor para mi… Y no sabia que precio debía pagar por tanta felicidad que sentía…
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