| El día más feliz de mi vida |
| El día más feliz de mi vida |
Subo al avión muy nerviosa mientras toco mi pancita y hablo con mi bebe. No puedo esperar para llegar y contarle a Sun Hee que estoy embarazada.
Gracias a mi padre pude averiguar el lugar donde trabaja. Le daré la sorpresa se que no espera verme, pero a pesar de nuestra separación se que me ama y que esta noticia lo hará muy feliz.
Cierro los ojos y pienso en mi bebe, me gustaria que sea un niño y que tenga los ojos hermosos de Sun, pero quizá sea una niña. Me dio mucha pena enterarme de mi embarazo estando sola, pero se que cuando Sun Hee se entere estaremos juntos de nuevo y a pesar de todo no me apartara de su lado. Al fin tendremos la familia que soñamos.
Bajo del avión y tomo el primer taxi que encuentro, no hice ninguna reservación en un hotel porque asumí que me quedaré con Sun Hee para recuperar el tiempo perdido. ¿Me extrañará tanto como yo a él?
Veo la hora y se que aun esta trabajando asi que ire a darle la sorpresa a su trabajo. Bajo del taxi y entro al campus, definitivamente es muy lindo, me doy cuenta por que le gusta trabajar aquí.
Lo veo de lejos pero no viene solo, a su lado camina la tonta de su ex novia. No me afecta que este cerca de ella, por que se que me ama solo a mi. Trato de llamar su atención pero quien me ve es ella, me sonríe y alza su mano para saludarme.
Señala a Sun y yo asiento con la cabeza, pienso que le avisara que voltee, así que me detengo y sonrió pero la desgraciada toma su rostro y lo besa.
¡Ay mi corazón!
POV Sun hee — 2 años atrás
Terminó de cambiarme y veo la hora, se me está haciendo tarde y aun debo pasar a recoger a mi novia Alma. Me quedo mirando el anillo que le compré, me costó mucho dinero pero vale la pena. Quiero que sepa lo importante que es para mi, hoy es el primer día de nuestra vida juntos.
Alma y yo somos novios desde hace 5 años, nos conocimos en el verano antes de nuestro primer año en la universidad y desde entonces hemos sido inseparables. Después de graduarnos, ambos entramos a trabajar a la misma escuela, ella enseña literatura mientras yo soy profesor de matemáticas.
La amo con todo mi corazón, es mi alma gemela. Hoy además de celebrar nuestro aniversario, le pediré que sea mi esposa, lo único que quiero es pasar el resto de mi vida con ella.
Bajo hacia el primer piso encontrándome a mis padres quienes están listos para partir al restaurante donde será la celebración. Mi madre está muy emocionada, mientras que la expresión de mi padre es neutra.
— Te ves muy guapo, ¿Estás listo? — pregunta mamá acomodándome la corbata.
— Si madre, primero pasaré por Alma y luego nos encontramos todos en el restaurante, pueden llevarse mi auto, yo al final de la noche me iré con ella a su departamento — dije emocionado. Alma me había dicho que tenía una sorpresa preparada para mi y a mi me encantaban sus sorpresas.
— Hijo, mucha suerte, es un paso importante. Aún recuerdo cuando tu padre me pidió que sea su esposa, fue muy romántico … él — dijo mi madre pero su voz fue interrumpida por mi padre.
— Fue romántico porque estamos enamorados, también fue sencillo, no nos gastamos una fortuna como lo está haciendo tu hijo al reservar todo un restaurante solo para nosotros — gruñó.
— Pero es un lindo gesto, estoy segura que a Alma le encantará — dijo mamá con una sonrisa. Ella siempre me ha apoyado en todo.
— Gracias mamá — dije y mi padre tomó su mano para salir de la casa. Esperé a que llegara mi taxi y me dirigí al departamento de Alma.
Le llamé y esperé a que bajara. Cuando la ví me quedé mudo, se veía hermosa. Llevaba un vestido color vino que acentuaba su figura. Sus ojos verdes resaltaban pero lo más hermoso de ella era esa sonrisa que siempre tenía en su rostro al verme.
— Te ves hermosa — dije tomando su mano y dejando un beso en ella.
— Tu también te ves muy guapo amor — dijo dejando un beso sobre mis labios — Estás muy elegante. ¿Estoy bien así o debo cambiarme? — preguntó envolviendo sus brazos en mi cuello.
— Estas mas que perfecta — dije ajustandola a mi para besar sus labios nuevamente. Mi corazón latía apresurado de la anticipación de lo que pasará en un momento más, he esperado mucho tiempo para esto. Tome su mano y nos dirigimos al estacionamiento — ¿Podemos usar tu auto? Mis padres se llevaron el mío.
— Claro que si amor, después de la reunión vendremos aquí ¿Verdad? — preguntó dándome las llaves, yo asentí.
Manejé y por momentos veía su hermoso rostro. Se veía hermosa y plena, así como yo, aunque también me sentía nervioso, estaba seguro que en unas cuantas horas estaríamos juntos celebrando en privado nuestro compromiso.
Llegamos al restaurante donde todo ya estaba preparado para nuestra velada. Sus padres ya estaban aquí esperándonos. Ellos sabían lo que pasaría, hace unos días fui a verlos para pedir su mano su mano en matrimonio, ellos estaban tan emocionados como mi madre.
Llegamos y algunos de nuestros amigos y nuestras familias nos reciben con amor, besos y abrazos por todos lados.
Mi preciosa novia empieza a llamar la atención de todos los presentes para dar unas palabras, yo me uno a ella abrazándola desde atrás.
— Buenas noches a todos, familia y amigos muchas gracias por estar aquí hoy. Como todos saben Sun Hee y yo hoy cumplimos 5 años de novios y quisimos celebrar este momento con ustedes, cada persona que está aquí ha sido parte de nuestra historia, por eso y más muchas gracias — dijo y los aplausos no se hicieron esperar.
— Me gustaría iniciar el brindis — dije — Hoy quiero brindar por la familia, por ustedes nuestros amigos y por el amor — dije mirando a Alma — que llegó a mi vida hace 5 años en aquella playa. Por Alma que día a día se vuelve más importante para mí, por tus padres que criaron a un hermoso ser humano y por los míos quienes me dieron una vida llena de amor y me trajeron a este lugar, donde pude conocerte.
Siempre he sido feliz, pero soy más feliz cuando estás a mi lado. Te amo hermosa, no hay nada que se compare a lo que siento cuando estoy contigo, por eso hoy frente a todos nuestros seres queridos quiero pedirte — dije arrodillándome frente a ella — Quiero pedirte que seas mi esposa.
Terminé de decir y pude ver como sus ojos se llenaban de lágrimas. Una mano cubrió su boca y la otra se soltó de mi agarre.
— Yo no puedo creerlo — dijo emocionada. Mientras se cubría el rostro — ¿Por eso están todos aquí? — preguntó y yo asentí con la cabeza con una sonrisa.
— Sun Hee ¿Podemos hablar un momento? — preguntó quitando las manos de su rostro. No veía emoción en él, solo tristeza y me empecé a preocupar.
— ¿Qué es lo que sucede? — pregunté llevándome del piso.
— Ven — dijo tomando mi mano — hablemos por favor
— Respóndeme, ¿no te quieres casar conmigo? — pregunté más sonaba como una súplica que una pregunta.
— No Sun Hee, no quiero casarme — respondió alejándose de mí.
Escuchaba cómo la gente hablaba pero mis ojos estaban en ella. En la mujer que juro amarme siempre pero hoy me rechazaba.
Vi como mis padres y los suyos empezaron a reclamarle, quería ir por ella, defenderla pero mi cuerpo no se movía, y las palabras no salían de mi boca. La vi salir corriendo y no fuí tras ella, para mi no había nada que cambiaría lo que sentía.
Al inicio fueron horas, luego fueron días los que esperé para que me diera una explicación, pero esta nunca llegó. Por el contrario, decidí humillarme una vez más.
Cuando la fuí a buscar una semana después de nuestro aniversario, ella llegaba a su departamento acompañada de un hombre quien la sostenía de la cintura con la misma familiaridad con la que yo lo hacía y entraron a su departamento. Esperé horas a que él saliera, y no fué hasta el amanecer que lo vi partir.
Decidí irme porque no tenía nada que hablar con ella, era el momento de que ella me buscara, pero pasó un mes y nada. Hasta el día de hoy no hemos vuelto a hablar, ni siquiera hemos terminado nuestra relación formalmente.
Yo no podía quedarme y seguir trabajando con ella en la misma escuela, así que decidí aceptar la primera propuesta que recibí en Estados Unidos. Ya no tenía nada que hacer aquí.