Cal abrió los ojos hace unos días y para mayor parecido a mi sus ojos son los míos, Cassian no lo ha cargado y se rehúsa a hacerlo pero no puede vivir negándolo por siempre tiene que cargarlo una vez en su vida o mínimo hablar con él, Cal a diferencia de Sharon y de Cassian no ha mostrado signos de poder y eso me preocupa bastante, no ha mostrado signos de cualquier poder de mi familia o la de Alexander, desearía que controlara el tiempo como su abuela o a las personas como su abuelo, el viento como su padre, la tierra como el nacido de su tío, el sonido como su tía o las plantas como su abuela pero no mi poder el fuego que no sea un Hijo del Sol. Duermo con Sander y Cal duerme con los niños tuve que pelear con Cassian para que pudiera hacerlo, Sharon se emocionó cuando le dije que dormiría con ella y Cass, después de que los fui a acostar hoy regreso con Sander a nuestra habitación no hemos hablado mucho, desde la pelea de Cass y de Sharon, pero en las madrugadas me abraza y aprieta contra él, no dejaré que esto siga por más tiempo extraño hablar con él.
-Sander-mi voz se apaga él va más adelante y no creo que me escuche pero se voltea y eso hace que sepa que me escucho.
-Si- murmura con un tono extraño-¿Que necesitas?
-Nada- pasó por un lado de él pero una de sus manos me detiene antes de alejarme.
-Sé que me he portado distante-enfoco mi vista en sus ojos glaciales que muestran sentimientos encontrados- y lo lamento por eso.
-Tienes tus motivos-mi voz se corta mi cuerpo completo anhelan sus manos recorriéndolo pero no lo puedo obligar a hacer algo que no quiere- y mientras los tengas será mejor seguir así.
-Pero ya no quiero seguir así-me enreda en sus brazos y quedo a unos centímetros de su boca que muero por besar-por favor podemos hablar Sara-Es importante si usa mi verdadero nombre-en la recámara.
-Si está bien, no hay ningún problema- caminamos a la recámara por lo que resta del camino voy callada y él también abro la puerta y entro primero él sigue cerrando la puerta a su paso.
-¿Quieres saber las razones?-Es el primero en hablar, me siento en en la cama y él se queda junto a la puerta de pie.
-Si- cuesta creer que desde hace un mes no hemos hablado mucho- todas sin mentiras.
-Entonces que bueno que ya te sentaste-No me gusta el tono en que lo dice-en primer lugar me he comportado distante por tres razones la primera razón es porque todavía no asimilo la idea de que Cal sea hijo de Alexander, segundo porque parece que por más aliados tengamos no hay forma de que Chris se largue de Caldera, y tercera no te quiero perder en caso de tener que liderar una guerra.
-No me vas a perder- me pongo de pie y me encamino a él en dos zancadas- y con respecto a Cal ya lo habíamos hablado, y la segunda creo que tengo una aliada importante con Chris.
-Kendall hace lo que puede-yo no me refiero a la bruja de metal, pero no se lo voy a decir que es la reina Amaneth-Kendall ha hecho cosas en favor a nosotros y no han servido mucho.
-Hay más personas capaces de regresarme a Caldera con más poder que Kendall.
-¿Cómo quién?
-La reina Amaneth, está dispuesta a regresarme a Caldera y entregar a su marido-o eso dice en la carta que recibí de ella entregada por un guardia hace unos días.
-¿Lo está? ¿De verdad?
-Eso parece, tengo que confiar en ella, es la única aliada de mayor poder sobre tu primo.
-En eso tienes razón- claro que la tengo y si lo es tengo que confía en ella- pero de todos modos dejaré a Kendall siguiendo los pasos de Chris.
-Tu usa a los tuyos y yo a los míos Chris caerá por que caerá.
La conversación sobre esto continúa hasta las dos de la mañana, me quedo dormida en sus brazos, su agarre me deja claro una cosa no me dejará sola nunca más y jamás me lastimara de nuevo. La mañana llega y yo sigo en sus brazos no escuchamos la puerta de tan cansados que estamos por discutir o en mi caso por derramar un par de lágrimas accidentales, siento que alguien se sube a la cama y camina rápido sobre ella al principio creo que es Sharon pero luego algo helado en mi nariz al abrir los ojos veo un puma de Sharon sobre la cama y a ella de pie frente a la cama se ve preocupada
-Sharon es temprano amor-vuelvo a cerrar los ojos pero esta vez son sus manos las que hacen que los abra.
-Mamá no están-Sander se comienza despertar al escuchar la voz de Sharon.
-¿Quienes no están?-mi imagen va a muchas personas Miranda, Gabriel y otras personas.
-Cassian no está en su cama y Cal no está en su cuna- me pongo de pie de inmediato y Sander conmigo, salgo por la puerta y entro en la de enseguida que es la de Alexander para ver si está con Cal o si él está y no escapo con él.
Está dormido paro al abrir la puerta se despierta y cae de la cama y su cara de confusión me desconcierta pero cuando me aseguro de que no está Cal vuelvo a salir de su habitación y es cuando me altero y comienzo a gritar el nombre de Cassian que es el único que me puede contestar, todos se despiertan al escuchar mis gritos, Sander me pide que me calme pero no puedo mis nervios, mis hijos.
-Cassian-pero no me contesta- Cassian.
-Eliza tranquilízate- mi hermano me abraza pero no va a lograr que lo haga hasta que vea a Cassian y a Cal-cálmate, de seguro Cass está en la cocina comiendo.
-No me pidas que me calme, Cassian nunca se levanta a esta hora a menos que no sea para...-me suelto de sus manos y corro al gimnasio si Cassian se levantó témpano fue para eso pero si Cal no está en su cuna en donde está. Cuando llego al gimnasio la puerta está cerrada no con llave, la abro para ver a Cassian sentado con Cal en sus brazos en medio del ruedo. El alma me regresa al cuerpo Sander está detrás de mí, camino unos pasos cuando Cassian habla.
-Cuando sea rey, Cal, tú serás príncipe de Caldera y de Nórdico-me detengo y escucho lo que le dice a su hermano-mi hermano menor, él más pequeño de los tres hijos de la reina Sara Soleil- Cassian hace una flama en su mano y la hace de tres colores un pedazo blanco otro rojo como lo es la flama y la última negra, el color de cabello de los tres-Mamá siempre ha dicho que el poder es hermoso pero también peligroso, y tiene razón- Cassian le pasa la flama a Cal y mi niño menor la toma ya no me queda duda Cal es un Hijo del Sol, la flama se vuelve azul en la mano de Cal- eres como yo Cal un futuro monarca ahora Nórdico están unidos por hermandad-Cal apaga la llama y algo semejante a rayos aparece en su mano-seremos dos grandes reyes hermanos por cosas de la suerte pero tal vez amigos por elección. Lánzalo así- arroja una potente bola de fuego a lo largo del ruedo Cal sigue el movimiento pero no es fugo y tal lo que arroja sino más bien es de rayos- nada mal Cal ya quiero que camines y corras serás un excelente compañero de entrenamiento. No le digas a mamá que te lo dije o que te traje.
-Me alegra saber que ya no estás molesto- gira la cabeza en mi dirección y solo sonríe- ¿Le enseñaste a hacer eso?
-No, lo vi haciéndolo un poco así que lo traje aquí- besa la cabeza de Cal- quiero a mi hermanito, y me gusto lo que estaba haciendo con la forma de rayos en su mano, en uno de los libros que leí de historia vi que el hijo de la reina Zaira lo podía hacer es un tipo de fuego y no muchos Hijos del Sol lo poseen Cal es el tercero en tenerlo en estos años.
-Tu hijo va ser nombrado en la historia de Caldera, Alexander-resuena la voz de Sander en el gimnasio vacío.
-Basta los dos- digo acercándome a Cassian.
-No he dicho nada- rezonga Alexander.