Capítulo 3

544 Words
Las personas a los lados de Louis aplastaban su cuerpo y el muchacho gruñó empujando a un hombre gordo, que estaba con su axila sudorosa en su cara.  Hasta ahora llevaban treinta minutos del primer tiempo y su hermano no había salido a jugar. Sabía que él entraría en el segundo tiempo. Así que, no le había importado mucho lo que el equipo hiciera en la primera parte del partido. — ¡Ey! —Exclamó viendo como un hombre mucho más alto que él, se ponía frente suyo. Louis entendía que su estatura no era la adecuada y menos para estar posicionado donde estaba. No podía entender como un tonto juego de niños de ocho años pudiera atraer a tantas personas. El lugar estaba abarrotado y parecía más o menos el estadio cuando se jugaba la final de la Champions.  Bueno, según él. — ¡Te ves tan tierno! —Carcajearon y Louis miró como el idiota se acercaba a tropezones hasta él. — ¿No te bastó con que te haya golpeado la entrepierna? — No, eres todo un enano fuerte. —Harvey golpeó fuerte su costado con el codo. — No me digas así —se cruzó de brazos Louis y miró el partido, tratando de ignorarlo. — Si no fueras un pequeño hombre podrías ver perfectamente el juego, pero de lejos vi cómo te ponías de puntitas para alcanzar a observar algo. — ¿Qué quieres? —Preguntó frustrado el más bajo— sólo te conozco de menos de dos horas y ya me caes como la mierda. — No digas groserías —Harvey golpeó suavemente su boca y el chico abrió los ojos—. Hay niños. — Habla. — Sólo vayamos a tomar algo al salir, ¿qué te parece? —Sonrió y sus lindos hoyuelos parecieron. Louis levantó una ceja sin saber que decir. Quería que el rizado dejara de molestarlo, pero no deseaba salir con él a ningún lugar. Sólo tenía que esperar una hora más y estaría fuera de aquel colegio. Luego, hablaría con su madre y se negaría a llevar a su hermano a los partidos de fútbol que tenía. — No —gruñó en respuesta. — Vamooooos —Harvey chilló alargando la 'o'—, estaremos con tu hermano y el mío si es eso lo que te preocupa. — No me preocupan los niños. — Oh —su acompañante sonrió y una mirada picara se instaló en su rostro—. Entiendo, te preocupa quedarte a solas conmigo. Sé que estar al lado de un chico tan caliente como Harvey Clive es difícil, pero lo superarás. — Eres tan arrogante —Louis bufó acomodando su pantalón. Al levantar la vista se dio cuenta que Harvey había estado mirando su trasero— ¡Eres un idiota! — ¡Lo siento! —Clive rió levantando las manos—. Sólo tienes un culo muy lindo. — Basta —gruñó el de orbes azules sintiendo como los colores subían a sus mejillas. — Aww, te sonrojaste —Harvey apretó sus mofletes, haciendo que el chico hiciera una mueca y se alejara rápidamente— entonces, ¿qué dices enano-culo-lindo? — ¿Enano qué? — Nada —Harvey se encogió de hombros—. Venga hombre, sólo tienes que decir que sí. — ¿Si acepto prometes no volverme a j***r? — Nunca te he jodido… —Harvey sonrió divertido. — Contigo no se puede. —Louis trató de alejarse, pero el rizado lo tomó del brazo antes de que se fuera. — ¿Por favor?  Rodando los ojos Louis se soltó del agarre de Harvey y asintió — Bien, sólo unas horas. 
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