Punto de vista de Owen Me levanté a las 9:30, así que fui a preparar el desayuno para mis ahijadas y... Verónica. Le dije a Amanda que hoy me encargaría yo. Hice un montón de panqueques, porque al final, ¿a quién no le gustan los panqueques? También puse dos tazas de café y cacao para las niñas en la mesa. Escuché el golpeteo de unos pies y, al poco rato, mis ahijadas somnolientas entraron en la cocina. —¿Dónde está Vero? —preguntó Julia con voz adormilada—. ¿Ya se fue? —No. Se quedó a pasar la noche. Está durmiendo en la habitación de invit

