Celos

2831 Words
Ethan se adelanto a entrar en la tienda, en su interior se podía ver infinidad de dulces y chocolates, el letrero tenia razón al llamarse “El paraíso” cualquiera podría sucumbir ante tanta tentación, compró de todo un poco, generalmente cuando se quedaba solo en casa le agradaba comprar dulces y ver películas, en esta ocasión llevaría algunas gomitas que combinaban a la perfección con las bebidas que había comprado antes para la fiesta, de seguro estarían felices con el gran lote de dulces que verían en el lugar , de lejos pudo ver a Maleny que tocaba cierta bolsa en específico, la estantería estaba llena de masmelos y ciertas frutas artificiales, sin que ella lo notara los compró, pagó con una de sus tarjetas y todo estuvo listo en unos cuantos minutos —¿Desea llevar el regalo, señor? —¿De qué se trata? —Por compras mayores a 100 dólares recibe un regalo sorpresa, ya sea para usted o la persona que desee —¿Qué contiene? —Como lo dije anteriormente es sorpresa, pero usted puede elegir mas o menos que quiere que sea incluido describiendo la personalidad y preferencias, también nos ayuda mucho saber si tiene alguna alergia o no puede consumir algún producto —Bien, si lo quiero —¿Para usted, señor? —No, para la chica que está allá —señaló a Maleny en la parte de atrás —¿Alguna preferencia? —¿Solo son dulces o puedo incluir algo más? —Puede incluir peluches, dulces, chocolates, brazaletes, mensajes, cadenas, entre otras —En otras palabras, cosas cursis —afirmó —Pues sí, sí señor. —Bien, quiero que me den de todo un poco, de preferencia de color rojo y que combine con lo que lleva puesto, si debo pagar algún excedente no importa, solo empáquenlo —Sí, señor, enseguida —Bien —¿Algún mensaje en especial? —Quiero que las tarjetas estén libres, yo mismo escribiré lo que quiero —Sí, señor —Los esperaré Ethan caminó hasta donde Maleny —¿Te gusta algo?  —Quiero que todo es lindo —respondió ella mirando un peluche de lobito frente a ella —¿Lo quieres? Puedes llevártelo —No, no, gracias. —¿Por qué no? —No soportaría deberte algo —Vaya, vaya, vaya, ¿ni porque sea un regalo? —Menos, no quiero dar problemas —¿Consideras que recibir un regalo es dar un problema? —No, solo… no quiero —Bien —¿Ya terminaste? —cuestionó ella —Sí, solo me están empacando ciertas cosas, puedes seguir mirando si quieres —Dale —le sonrió   Maleny siguió curioseando en el lugar, después de unos minutos Ethan ya estaba afuera organizando todo en su auto —Vamos —le dijo Ethan a Maleny, quien se subió al auto de manera rápida —Llevas muchas cosas —dijo Male mirando las bolsas que había en el auto —Las suficientes para la fiesta y para mi —¿para ti? —Así es —De tantos dulces puede darte diabetes —Ja, ja, ja siempre tan ocurrente caperucita —No es gracioso, es verdad —Lo sé, lo sé, lo sé, no te enfades, te ves fea —Pensé que ya lo era —respondió ella recordándole lo que había dicho antes —. Supongo que te retractas —Para nada, lo eres, pero no en exceso —¿Se supone que debo sentirme mejor con eso? —Pues sí, prácticamente te dije que no eras fea —No es así, me dijiste de manera indirecta que soy fea, pero no tanto que asuste —¿Te molesta ser “fea”? —No, la belleza es subjetiva, ya ves lo que dijo Logan, eso confirma lo que digo —¿Otra vez con ese tipo? —Creí que te había caído bien —se burló —Imagino que a ti te cayó super bien, ya que no paras de hablar de él —No sabía que tenía que pedirte permiso para hablar de lo que yo quiera ja, ja, ja, iluso —ja, ¿iluso yo? —No veo a nadie más aquí o ¿sí? —No me conoces, yo no vivo de ilusiones, lo que quiero, lo hago realidad   —Solo hablo por lo que veo —Yo también, quedaste encantada con el tal Logan —Sí tu lo dices —Tus actos lo confirman —¿Cuáles? —La sonrisa que le diste, el nuero de celular, comer un helado junto a él y podría seguir —De veras que eres idiota, ya te lo dije antes fue una casualidad, aunque no tengo que explicarlo te lo dejaré claro, para que no te crees películas erróneas sobre mí, detesto eso —No creo que lo que digas cambie mucho lo que pienso —Igual lo diré, así que no me interrumpas —le dijo seria—. ¿La sonrisa?, bien, soy amable con las personas, es algo que no puedo cambiar —Pues deberías mirar bien con quien eres amable —la interrumpió —¿el numero de celular? Ja, ja, ja, ja ¿Qué te asegura que se lo di? —Habló de llamarte ¿no? —¿Me dejaras hablar o no? —dijo seria Maleny —Sí, caperucita prosigue —le tendió la mano con una sonrisa burlona —El numero de celular es algo que inventé, eso es todo —siguió —. ¿Comer helado?, lo encontré en la tienda y se le cayó algo, amablemente le ayudé —Te pasas de amable…—susurró Ethan —Entre darme las gracias terminamos caminando y hablando un poco sobre el helado y otros lugares donde los venden, ¿el nombre? Pues creo que notaste que le di uno falso y ya eso es todo, así que no quiero tus mal interpretaciones y si las tienes guárdatelas, no me interesa que te metas en mi vida —Pues debería, ya que estás conmigo y prácticamente estás bajo mi cuidado, pudo haberte pasado algo   —¿Cómo qué? ¿Qué me secuestrara o algo así? —rio —. No eres mi padre Ethan —Estás bajo mi cuidado, caperucita, es así de simple, no puedo llegar a la fiesta sin ti y decirle a Grace que te perdiste en el aeropuerto o cualquier otra tontería —Creo que no te ha quedado claro que no me gusta que me llames “Caperucita” —dijo molesta —Te lo repito yo también, no dejaré de decirte así, simple, vive con eso “muñeca” —Estúpido —Si tanto te molesta ¿Por qué no le dijiste eso a la imitación de hombre con el que estabas? —Se nota que no te gusta perder Ethan, sacas temas que ni al caso, lastimosamente no me gustan estas conversaciones sin sentido, así que no diré nada   —Eso no es nuevo, has pasado todo el camino molesta y en silencio —Es simple, no tenemos nada de que hablar   —Por lo visto no —dijo serio Condujo inmerso en sus pensamientos debatiéndose si el regalo que había comprado ella lo merecía o simplemente había sido una perdida de tiempo, que mas daba, simplemente se lo daría después, tomó el camino hacia su casa, debía cambiarse, después de todo ese recorrido era lo prudente, aun tenían bastante tiempo para llegar, cuando estuvo frente a su casa se detuvo —Llegaos, puedes quedarte en el auto si quieres —¿Y esto? —Mi casa —dijo indiferente —¿por qué estamos aquí? —Necesito recoger algunas cosas, ¿te quedas aquí o me acompañas? —Voy —Bien Ethan se bajó del auto y tomó la bolsa de regalo, también tomó una parte de los dulces, caminó hasta una casa bastante grande de tres pisos que lucia oscura, seguramente la señora del servicio ya se había retirado, después de todo se suponía que no iría a casa esa noche, a fin de cuentas, ya todos los hombres de su padre sabían que no estarían y que debían cuidar de la casa, abrió la puerta y prendió uno de los bombillos que daban a la sala —Sígueme —le dijo a Maleny, caminaron hasta la cocina —Así que esta es tu verdadera casa —¿la verdadera? ¿La otra es de mentira acaso? —No, sabes a lo que me refiero —Lo sé —dijo metiendo unos cuantos dulces a la nevera—. Puedes sentarte donde quieras —Vale —Ya vuelvo —dijo caminando hacia las escaleras —Espera ¿me dejarás aquí? —dio nerviosa —Pues sí, no me digas que te da miedo —No, claro que no —Entonces ¿Cuál es el problema? —Ninguno —¿segura? Estaré en el tercer piso, también hay una sala si quieres esperar allá para que no te sientas sola —No, mejor me quedo aquí —dijo con duda Ethan se devolvió hasta ella y la cargó como un bebé —Te llevaré —¿Q-qué haces? —Te llevo, no quiero tener que bajar corriendo simplemente porque estas asustada como una niña —Te dije que no es así, ya bájame —Te llevaré —dijo de nuevo Ethan inmovilizándola, mientras subía las escaleras con ella es brazos y la bolsa de regalo —. Creí que pesarías más, dudo que peses lo promedio para tu estatura —Peso lo normal —¿Lo normal? —se burló —. Se sienten tus huesos —Bájame —dijo avergonzada —Que terca, ya te dije que te llevaré, deberías estar agradecida, no te toca caminar —No te lo pedí —respondió ella molesta —Lo hice, porque me sirve de ejercicio, simplemente es eso —Ah, claro es por eso —Claro ¿por qué más sería? —Por nada —Exacto, es bueno que tengas claro como son las cosas —Creo que tú eres el que está mal interpretando todo —dijo ella evitando mirarlo —Solo soy claro —Es innecesario, no me interesas en lo mas mínimo —¿Te recuerdo nuestra conversación en los vestidores? —¿A qué juegas Ethan? —Nada, si te digo le quito lo divertido —Ya veo, solo te diviertes molestándome —¿No puedo? —No, no estoy para tus tonterías —¿Qué tal si te diviertes conmigo? —cuestionó malicioso, Maleny se quedó en silencio —. Por Dios, mira tu cara roja —se burló —Tonto —Aunque no estaría mal —No estoy para tus juegos Ethan —dijo molesta —Bien, ya llegamos —dijo en el último escalón y se dirigió a su cuarto —Ya puedes bajarme —dijo la chica avergonzada —Estas en tu cuarto, es mío, pero siéntete en confianza Maleny observó el cuarto con atención, había un gran balcón en diagonal a la entrada, un ventanal gigante, mostraba las pocas estrellas que comenzaban a emerger, quedó hipnotizada por largo rato —A mí también me gusta —le dijo Ethan llamando su atención —Yo… es hermoso —Sí, opinó lo mismo, puedes salir, no creo tardarme —dijo buscando algunas cosas en su bolso y tomando la bolsa de regalo mientras Maleny estaba de espaldas —. Por cierto —la llamó, ella volteo a mirarlo —. Esto es para ti, supongo que por eso viniste conmigo, no acepto devoluciones así que no lo intentes —dijo entregándole la bolsa y luego caminó hasta el baño —Pero … ¿qué? —alcanzó a decir antes de que Ethan cerrar la puerta y se escuchara la ducha de fondo —. Ese tonto —dijo viendo la bolsa, con temor de mirar lo que contenía, pero a la vez con curiosidad. Decidió que la vería frente al chico, mientras disfrutaría de la vista, el frio de la noche la acogía a su merced , Maleny disfrutaba del momento, no sabía cómo había terminado allí pero le gustaba, después de unos diez minutos escuchó la puerta del baño abrirse, no pudo evitar notar lo acuerpado que era Ethan, su tonificado cuerpo relucía en medio del cuarto, ella sintió sus mejillas arder, así que volteo a mirar las estrellas antes de que él notara que lo había visto, de reojo vio que sacó un jean n***o y algunas camisas, se repetía en la mente que no debía mirarlo pero cada vez le daba mas curiosidad, soltó el aire contenido cuando lo perdió de vista, se perdió entre la oscuridad —Ey —la llamó Ethan, ella giró —. Ven aquí —¿Qué pasa? — cuestionó ella entrando a la habitación llevándose la sorpresa de que él estaba sin camisa —¿Qué? —se rio él —. ¿Nunca habías visto a un hombre sin camisa? —No —soltó ella sin pensar —Entonces es tu primera vez —afirmó y se acercó a ella, colocándola aun mas nerviosa —. Siendo así te dejaré conocerme un poco —expresó seductor y tomó una de sus manos y la puso en su pecho y abdomen   —¿Para que me llamaste? —dijo ella de forma rápida tratando de quitar su mano, pero Ethan la detuvo —Quiero que me ayudes con algo —le dijo acercando su rostro al de ella, provocándola — ¿En qué? —cuestionó aturdida —Ayúdame a elegir —respondió soltando su mano y mostrándole las camisas que había elegido —. Te mostraré —dijo colocándose una camisa blanca que le tallaba los pectorales a la perfección —. ¿Qué te parece? —Te-te queda bien —logró decir, él le dio una sonrisa que casi la derrite —Bien, ¿y esta? —cuestionó después de ponerse una camisa azul, que cambiaba un poco el diseño de la anterior, ahora se marcaba su pecho y su abdomen —. ¿Qué dices? —También se ve bien —respondió un poco enrojecida —Es obvio todo se me ve bien —Entonces no es necesaria mi opinión —Lo es, quiero saber con cual me veo mejor —La blanca —soltó tímida   —Vale —le sonrió —. ¿Quieres ayudarme? —le guiñó un ojo —Esperaré afuera —dijo ella tratando de caminar —Espera —la detuvo tomándola del brazo —. Dijiste que me ayudarías ¿recuerdas? —Yo no dije eso —Implícitamente lo hiciste —Claro que no —trató de seguir —¿Te doy miedo Caperucita? —No… —¿Segura? —Sí, totalmente segura —No lo parece, hasta acá puedo escuchar tu corazón —Debe ser el frio —Me temes —dijo delineando el rostro de Maleny con sus dedos —Ya te dije que no —Tu corazón me grita lo contrario —Está loco, seguro   —Pero es tuyo, algo de verdad debe decir —¿Ahora hablas el idioma de los corazones? —se burló —Tu corazón me conoce y sabe que me temes, eres una linda caperucita, que ahora está aquí, sola, sin poder pedir ayuda a nadie —No me digas ¿tú eres el lobo? —¿Por qué no? —le susurró al oído —. Puedo ser todo aquello que temes y deseas Maleny —dijo un poco acalorado —¿Otro de tus juegos? —cuestionó —No eres un juego —No te creo nada, para ya con tus ocurrencias —¿Y si no? —la retó —No le veo el caso a esto, no ganas nada —Me divierto y te disfruto —Eres un tonto —Cuando te molestas y estas nerviosa te ves exquisitamente atractiva —Que estupideces dices —Por algo lo digo —¿Seguirás con esto? —Ya te lo dije Caperucita, me encanta tu aroma a chocolate, me provoca demasiadas cosas —Para de jugar, Ethan, no es divertido —dijo ella tensa —Quiero que sepas algo —dijo tomando su rostro entre sus manos acercándose cada vez más—. Cuando me gusta algo —sintió el aliento de Maleny mezclándose con el suyo —. Yo no juego —la besó suavemente, esperando una respuesta que pronto llegó de parte de ella, ahora sostenía su rostro con ambas manos, Maleny tocó torpemente su pecho, Ethan notó que este era s primer beso, y se sintió alagado de forma sincera, la tomó con cuidado, y navegó en su labio inferior por unos segundos, luego pasó arriba, acariciaba su rostro con suavidad y posesión —. Caperucita —dijo extasiado —. No quiero—continuó—. Que tus labios —susurró —. Toquen los de alguien más
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