Dos días viajando me estaban costando, no puedo creer que le hiciera caso a Lorena y tomara un vuelo, sé que Máximo debe estar llamándome pero en aviones comerciales no tengo señal.
Por fin pise tierra, al menos por un tiempo no volveré a viajar, nadie dijo que esto era agotador, Marcos alisto el auto y me llevó directamente al departamento de Lorena, yo iba revisando mi celular, Máximo había llamado al menos unas 20 veces.
Revise mi reloj, eran ya las seis de la tarde, tenía el tiempo justo para vestirme, sólo espero que Lorena no me disfrace de algo vergonzoso.
Mi amiga vivía en un sector cotizado de la ciudad, supongo que esa vida que lleva le da para pagar algo así, marque el piso 20 y subí en el ascensor, el pobre Marcos iba asustado, sabía que Máximo le llamaría la atención.
-No
