Capítulo 5.

1488 Words
Nick había hecho un berrinche demandando su atención, diciendo que lo engañaba debido al video, y no pareció dispuesto a dejar la situación sino hasta que Noah dijo que iría a almorzar con él y su padre; esa había sido la forma de manipulación más descarada que Noah recordaba en los últimos años, pero que pareció provocarle un dolor de cabeza instantáneo, sin embargo, no podía librarse de “su novio” fácilmente. Mientras Nick no dejaba de hablar de lo que hizo en esa mañana y de cómo su papá lo había aceptando en la familia, o al menos así era en los labios del joven que parecía tan acostumbrado a tener toda la atención para él, Noah no dejaba de pensar en que quería que el tiempo pasara más rápido y la hora del almuerzo se terminara para tener que sumergirse en el trabajo y dejar de oír a Mayer. Como había esperado, al llegar al restaurante en el que se reunirían con Richard Mayer, el padre de Nick, el hombre no parecía muy feliz cuando sus ojos se posaron en Noah, como si estuviera juzgándolo o intentando recordar que tan buen empleado era, lo que lo hizo sentir incómodo mientras saludaba y el hombre no dejó de mirarlo como si él no valiera lo suficiente para estar relacionado con su familia. Las relaciones familiares eran difíciles, lo sabía bastante bien, porque el intentar agradar a una persona importante para su pareja era algo complicado, aunque no podía decir que la madre de Joel estaba a la misma altura que Richard Mayer, porque a pesar de que parecía que al principio a la mujer no le agradaba demasiado, cuando se casaron, ella no había tenido más opción que aceptarlo en la familia hasta que su relación empezó a ser buena. Con respecto al padre de su esposo… era más fácil que su madre, porque después del divorcio se había convertido en un padre ausente, que pensaba que con dar una manutención estaba cumpliendo con su deber, y que de milagro llegó a la boda, estrechando su mano y murmurando un “cuídalo”, que fue lo único que pudo hacer por su hijo, cuando ni siquiera se dio tiempo para conocerlo cuando Joel intentó varias veces presentarlos, organizando diferentes desayunos, almuerzos, cenas, pero el hombre nunca llegó, porque siempre había algo más importante para él. En cambio, el señor Mayer lo miraba como si estuviera tocando a su más grande tesoro, y sólo en ese momento apreció que la relación entre Joel y su padre estuviera tan rota, porque quizás no hubiera podido soportar la presión, por mucho que lo quisiera, sin embargo, la situación era diferente ahora cuando ni siquiera tenía deseos de esforzarse por estar ahí. Después de lo que pareció un sepulcral silencio en el que lo único que quedaba era el sonido de los cubiertos, ya que no había tema de conversación en común para ellos, y parecía que el trabajo no era una buena opción; sintió la mano de Nick posarse sobre la suya, viéndolo sonreír radiante. —Noah, papá quiere saber sobre tu propuesta de matrimonio —habló Nick sonriendo. —¿Ah? —lo miró sin entender. —Cuando pensamos casarnos —Nick le mostró un anillo que llevaba en su dedo anular. Fue inevitable que las cejas de Noah se fruncieran, porque hasta sólo poco más de una hora atrás se enteró de que él y Nick eran “novios”, y ahora se suponía que le había propuesto matrimonio, lo cual para él no tenía sentido, porque no quería casarse con el hijo de su jefe, sí, pasaban buen tiempo juntos, y algunas ocasiones en el éxtasis de la lujuria, habló sobre dejar a Joel para estar con él, pero en ese momento, cuando todo era cercano, no le agradaba tanto la idea. Él no podía haberle propuesto matrimonio, ni podía casarse, porque ya estaba casado, sólo que parecía que se había dado un golpe en la cabeza o las personas a su alrededor lo hicieron, porque las cosas como él las conocían parecían haber cambiado, como el hecho de su esposo “fuera” un presentador de televisión, o que él no ocultara la relación que tenía con Nick. —Nick, no creo que sea prudente hablar de ello. —¡Pero tú me lo prometiste! Noah sintió que empezaba a tener un dolor de cabeza instantáneo cuando vio el mohín en los labios de Nick, luciendo tan mimado que le hizo preguntarse sobre qué era lo que veía en él, sí, era joven, sí, a veces también era más divertido que su esposo, si le decía que quería salir a beber una copa no se opondría, o no lo miraría con duda cuando le hablaba de salir a cenar, pero también era una persona que se centraba en su trabajo y no lloraría como un niño porque no se hacía lo que él quería. Noah todavía no estaba seguro de qué estaba pasando para que todo lo que conocía hubiera terminado así, pero no le gustaba en absoluto lo que había vivido en medio día, quizás lo único bueno que había sucedido era el ascenso en su trabajo. —Me parece que el señor Hwak no quiere hablar de ello, o ha olvidado su promesa por estar siguiendo a presentadores de televisión. La mirada del señor Mayer parecía tener un poco de burla en él pero al mismo tiempo enojo, que le recordó que el hombre frente a él era su jefe, quien tenía todo el poder para despedirlo, y por lo tanto no podía ser tan sincero como quería. —No es así, sólo que pensé que no era el mejor momento para hablar de eso. —¿Entonces cuándo lo será? Nunca quiso responder, pero el recordatorio de que el hombre frente a él era mayor, y que además se trataba de su jefe, hizo que lo pensara mejor, no podía quedarse sin trabajo por ser impulsivo, así que organizó sus ideas tanto como pudo, mientras asimilaba la situación actual. —Creí que todo debería de ser más formal, con los padres de Nick y mío presentes, es lo mínimo que su hijo merece. Ya que parecía que le estaba robando un gran tesoro, tenía que darle palabras que complacerían al señor Mayer, y pareció lograrlo cuando este no respondió, ni lo siguió mirando como si hubiera visto todos sus defectos de un solo vistazo, y que él agradeció, porque de esa manera pudieron terminar la comida tranquilamente. La comida no se podía decir que salió muy bien, pero al menos no parecía que su jefe quisiera echarlo por el hecho de salir con su hijo, y agradeció tanto internamente cuando el almuerzo terminó y tuvo que regresar a sumergirse en el trabajo. A diferencia de l que él recordaba, Nick no parecía estar trabajando en la empresa, ya que en cuanto uno de sus amigos lo llamó, se había despedido de Noah y se fue con él, porque su reunión era importante, ya que no habían ido de compras juntos en un par de semanas. Noah no nunca amó su trabajo, le pareció demasiado demandante y la paga una miseria para cubrir todos los gastos de la casa, su familia no se podía decir que era muy pequeña, tenía un esposo y tres hijos que mantener, y a pesar de que se quejaba de que Joel gastaba demasiado dinero en cosas innecesarias, cuando escuchaba a sus colegas hablar de sus esposos y esposas, sabía que exageraba. Él y Joel habían estado juntos desde el instituto, habían pasado por mucho, y su esposo sabía su situación económica, no tenían dinero demás para malgastarlo y había un préstamo en el banco que estaban pagando, por eso quizás, el único gasto no necesario que hacía de vez en cuando, era el comprar un pastel para sus hijos, el cual suponía que a los niños se les antojó y su pareja no pudo decirle que no. Noah tenía tan clara la expresión de culpabilidad de Joel cada vez que le extendía una rebanada de pastel luego de que llegara del trabajo, lo cual era con más frecuencia en el último tiempo, y que había hecho que lo regañara, porque siempre el tema era que con todo ese dinero gastado, pudieron ahorrar para el siguiente pago del banco. Hwak sentía en ese momento que había sido un completo idiota con su esposo. Al terminar el día, Noah no tenía muchas esperanzas de que las cosas hubieran cambiado, y como prueba a ello, al llegar a casa, las luces estaban apagadas, no encendidas como siempre que volvía, y a pesar de eso, luego de entrar, se dedicó a buscar en cada habitación, pero no había cosas ni de Joel y sus hijos, simplemente la vida que conocía, había desaparecido, y era algo que tenía que asumir.
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