Capítulo 30. El juego acaba de empezar... Lamentablemente el tiro le salió por la culata, pues despertó de su letargo a Francisco, quien la tomo del brazo y la sacó de la habitación. -- Fran ¿Qué te pasa? – reclama Valentina mientras es empujada a la salida. -- Fran nosotros... – -- Nosotros nada Valentina, ya te dije... yo nunca firme ese documento. Para todos en esta casa, yo sigo siendo el esposo de Camille, no debes rebajarte a querer ser la otra, tu no – le dijo. Valentina se quedó en el pasillo luego que Francisco cerró la puerta, no podía creer lo que había pasado, es más, no podía creer lo que había escuchado. El rostro de Camille apareció en su mente como una sombra... -- No te voy a dejar volver Camille Lirón, ¡nunca! Adentro de la habitación Francisco podía negar que

