Mía por la eternidad

- ¿Sean?   - No lo puedo creer, ¿Eres tú realmente mi pequeña Stella?   - Seaaaan, claro que soy yo.   Digo notablemente sorprendida por ver a Sean frente a mi, me lanzó a sus brazos y el me levanta fácilmente para girarme por los aires, caigo en cuenta que voy con la perrita y me detengo porque puedo hacerle daño al jalar su collar.   - Puedo hacerle daño a la perrita Sean.   - ¡Oh Dios mío! ¿Cómo has podido escapar? ¿Dominick está muerto?   Sus preguntas abasallantes me inundan, caigo en cuenta en mi realidad, en que quisiera saber de Dominick y en si realmente sigue vivo o habrá muerto, esas incógnitas golpean mi corazón, lo que menos quisiera es que esté enfermo o muerto.   - Hey, yujuuu, estoy aquí Stella, por más difícil que sea ahora eres libre, nadie te retiene, nadie te obliga, nadie te somete o hace daño.   - Dom y yo empezamos una relación, sin golpes, gritos, abusos o maltratos, estábamos felices la verdad, pero él me dejó libre Sean, en contra de mi voluntad porque yo quería estar con él, me dejó en un internado dónde estudió y me permiten tener a mi perrita, sé que está información no te caerá del todo bien, pero créeme Dom no era la misma persona que conociste.   - ¿Qué? ¿Se te olvidó todo lo que te hizo y las veces que te mandó al hospital? Ese hombre casi me mata, mató a mi papá, no lo puedo creer Stella.   - Lo de tu papá fue un enfrentamiento con la policía, Dom no lo mató, pero te entiendo es algo difícil de procesar.   - Me sorprende que lo digas de esa manera tan ligera, pero no soy quién para juzgar tus acciones al fin y al cabo sigues siendo una niña.   - Vamos Sean, hace mucho que no sé de ti, no quisiera hablar del pasado si no de ti, de cómo has estado, qué ha sido de ti, me alegra mucho que estés vivo.   - A mi también me alegra que "Dom" como tú le dices, no te haya matado.   - ¿Solo buscas discutir sobre eso?   - No quiero discutir pero no sé cómo puedes decir que quieres a alguien que te hizo tanto daño.   - Solo pasó y ya, por favor dejemos el tema y centrémonos en ti.   - Vale, está bien. Yo he viajado por muchas partes del mundo, estoy aquí de pasada, me he casado con una chica excepcional, me acompaña en todas mis aventuras, siempre te he buscado en casa lugar que he estado, deseando volver a verte con vida y salud, hoy sin buscarte te encontré y estoy realmente feliz de verte Stella, de saber de ti.   - Oh Sean, eres tan bonito.- Un par de lágrimas saltaron de mis ojos sin pensarlo, había anhelado tanto tener una familia siempre, Sean era lo más parecido a un hermano mayor que había tenido, el que estuviera aquí me llenaba el alma de felicidad.   - Vamos pequeña no llores, vayamos por un helado eh, un sitio donde nos permitan entrar con la perrita. Que por cierto. - ¿Cómo se llama?-   - Nunca pensamos en un nombre, solo decíamos la perrita y ya.   - Tía, pero si hay que colocarle un nombre.   - ¿Cuál podría ser?   - Venga, lo eligiéremos en la heladería.   Ambos caminábamos de manera gustosa, Sean contándome todas sus aventuras y yo escuchando atentamente todas tus travesías, admirada de que haya estado en tantos lugares y que haya encontrado el amor, por un momento me imaginé teniendo esa vida, por supuesto que a mi mente vino Dominick, a mis recuerdos y pensamientos vinieron tantas cosas, tantos planes que no cumplimos, pero seguía con la esperanza de volverlo a ver, de volver a estar con él una vez más y ser felices para siempre.   Caminamos unos diez minutos hasta toparnos con una heladería muy grande y se veían los helados apetitosos, entramos y no nos dijeron nada por la perrita. Nos sentamos en una mesa que daba a la ventana, charlamos por horas, estaba encantada de escuchar todas las cosas que Sean tenía para contarme, me sentía muy feliz de haberlo reencontrado y que su vida estuviera bien al lado de la persona que quería.   - Me ha encantado pasar el día con ustedes Stella, sigues siendo la misma niña encantadora que una vez conocí, todo lo malo que te pasó no pudo arruinar tu gran carisma y pureza, te quiero enana, mañana por la mañana me voy, pero te dejare mi número así podrás llamarme, para venir a visitarte nuevamente.   - Claro que sí, me alegraría muchísimo volver a verte Sean, por favor acuérdate de mí y envíame muchas fotos de los lugares donde vayas.   - Vale, por supuesto que sí, y a ver ¿Qué nombre le pondremos a esta señorita?   - ¿Qué te parece mentita?   - Pues me parece que te has inspirado en tu helado para elegirlo, pero sabía decisión querida amiga.   Ambos son reímos a carcajadas, ha sido el mejor día en mucho tiempo, por fin pude compartir la tarde junto a alguien, me llena de alegría y felicidad.   - Ya es tarde, te acompañaré al internado para que no te pase nada por el camino.   - No pasa nada Sean, puedo ir sola.   - No, vamos señorita yo te acompañaré.   - Bah, está bien, pero queda algo alejado de aquí, siempre tomo el autobús por eso.   - Es más tiempo para conversar así que no te preocupes.   Caminamos, nos tomamos algunas fotos juntos para tener recuerdos de este día y así finalmente llegué al internado sana y salva.   - Adiós amigo, para mí ha sido muy gratificante verte nuevamente, espero volver a tener más días como este próximamente, te quiero y agradezco todo lo que has hecho por mí, eres una persona magnífica y ¿Sabes? Tu papá también lo era, a pesar de todo al final me concedió la libertad a costa de su vida, perdón si te he defraudado con lo que te he contado de Dominick, pero eso lo que siento, espero no estar errada con mis emociones.   - Te quiero mucho Stella, no te juzgo, solo quiero que seas feliz de alguna u otra manera, mi padre te tomó aprecio y sé que está orgulloso de nosotros donde quiera que esté. Ya tienes mi número podemos hablar cuando quieras, que pases buenas noches hermanita, hasta pronto.   - Adiós Sean, gracias por este día tan maravilloso, te quiero.   Así nos despedimos dándonos un abrazo, entro al internado con una gran sonrisa, voy a mi habitación y me embarga la soledad, ¿Cuánto tiempo te he esperado mi amor? ¿Cuándo vendrás por mi? ¿O nunca lo harás? Te extraño tanto, quiero volver a verte, a estar junto a ti