Capitulo 5

1228 Words
—Cosas sin sentido. — le respondí a Eros secamente, sabía que mis palabras no concordaban con la realidad, ¡claro que si había tenido envidia de otras chicas! Y definitivamente no era por cosas sin sentido, las envidaba porque ellas tenían la belleza, la confianza, la amabilidad, la gracia que yo no tenía… pero sobre todo las envidiaba porque ellas tenían a la persona que me gustaba entre sus brazos. Suspiré y comencé a contar mentalmente, hace mucho tiempo que no salía a comer con Eros, no podía arruinar la salida por mis celos, debía controlarme y repetirme mentalmente de que Eros y yo solo éramos amigos, nada más, no tenía que sentir celos. Seguí devorando mi hamburguesa mientras Eros hacia lo mismo con la suya, mientras lo hacía no podía evitar pensar en que casi arruinaba la salida por mis celos… me frustraba ser así, de verdad quería olvidar lo que sentía por Eros. —Emily. —¿Si? —De verdad extrañaba esto. —dijo de la nada y soltó una risa. —Hasta los silencios incómodos se vuelven agradables cuando estoy contigo. —solté una risa, definitivamente Eros siempre me hacía reír con sus ocurrencias. —Vale, yo tengo que admitir que extrañaba tu compañía. — dije y me preparé mentalmente para decir lo siguiente, convenciéndome de que debía ser una buena amiga. — Y ¿Cómo va todo con Ría? — Eros me miro como si me hubiera crecido un tercer ojo al escucharme preguntar por Ría. —Creo que la hamburguesa tenía algo malo. — reí —¡No seas tan dramático Eros!, no es tan raro, los amigos hacen eso. — Eros rodó los ojos. —Lo sé, pero, o sea, ¿Tú preguntando por Ría? ¿Qué sigue? ¿Acaso accederías ir de fiesta conmigo? —Ja, ja, ja que gracioso. — hable sarcásticamente, Eros levanto una de sus cejas. — vale, puede que en el pasado haya estado un poco cerrada ante la idea de Ría como tu novia, pero vamos, no es para tanto. —¡Claroooo! Estoy seguro de que no mientes.— Dijo sarcásticamente.— En fin, contestando a tu pregunta, vamos bien, algunas peleas, lo normal… pero estamos bien. — Sonreí intentando sentir verdadera felicidad por Eros cuando, en realidad, únicamente quería decirle que ella era una estúpida mentirosa, la cual me acosaba siempre… Pero no podía hacer eso, no cuando hablaba con una sonrisa de esa, no cuando era su primera relación que no se arruinaba en cuestión de semanas… aunque claro que no eran la pareja más monógama, ¿pero ¿cómo quitarle la felicidad a él? —Ya veo, me alegra que por fin hayas encontrado a alguien que te entienda como ella lo hace. —Apreté mis puños debajo de la mesa, Eros asintió. —A mi igual, aunque no siempre lo hace, pero está bien, así son las relaciones ¿No? — lo mire unos segundos y solté una risa. —¿Por qué te ríes? — lo siento—Limpie falsamente una lágrima. — me causa risa que me hables como si yo supiera de relaciones cuando en realidad nunca he tenido una. —Eros soltó una risa y me miro avergonzado. —¡Hey! No me mire así… puede que muy pronto cambie eso. — Dije, aún no se me olvidaba que tenía que mantener mi sonrisa. Al escucharme Eros me dio una sonrisa tensa, que nuevamente hizo que mi mente creara escenarios imposibles, aleje esos pensamientos. —No tienes por qué apresurarte, todo a su tiempo. —Lo sé, pero creo que es el momento. — dije, Eros asintió. Y después de unos segundos cambio de tema, seguimos comiendo mientras hablábamos de diferentes cosas, esta vez le contaba sobre una película que había visto recientemente. No sé si se había notado, pero era una aficionada a ir al cinema constantemente, era mi pasatiempo favorito, siempre ahorraba mi mesada para poder ir por lo menos 3 veces al mes. Eros me miraba atento mientras escuchaba lo que le decía, algunas veces comentaba lo que opinaba. Al terminar de comer nos levantamos de las mesas y salimos, mire a los lados, aún no quería terminar nuestra salida, no cuando por fin había dejado mis mierdas de lado y comenzaba a disfrutar de verdad. - ¿Quieres ir a la playa? Ya sabes a ver un rato hacia el horizonte, como lo hacíamos antes. —Eros asintió. —Espera un momento iré a comprar Coca-Cola. —asentí con una sonrisa, este comenzó alejarse, se me senté en una orilla de la acera. Si tenía que ser sincera me alegraba que tuviera el gesto de la Coca-Cola, antes de que nos comenzáramos a alejar casi siempre íbamos a la playa a ver las olas y el horizonte, mientras tomábamos Coca-Cola y hablábamos de lo primero que se nos ocurriera; cuando terminábamos la Coca-Cola nos acostábamos en la arena mientras Eros acariciaba mi cabello hasta que era lo suficientemente tarde. Minutos después Eros llego a mi lado y comenzábamos a caminar hacia la playa… minutos después llegamos y nos sentamos en la arena comenzando a tomar nuestras bebidas. —¿Sabes? He pensado entrar a algún equipo. —Eros, sabes que siempre te apoyaré… pero como tu amiga, tengo que ayudarte a evitar vergüenzas… ¿Si recuerdas todas las veces que lo has intentado? —dije y Eros se quedó callado, seguramente recordando todas las veces anteriores, las cuales no habían salido bien… en resumen en todas las veces anteriores, Eros había terminado en el hospital por una fractura, ¿la razón? Aunque Eros hacía ejercicio constantemente, sus fuertes no eran los deportes… era demasiado torpe. —Entiendo el punto, y agracias por recordarme que soy una basura en los deportes… algunas veces se me sube el ego. — reí y seguimos hablando de cosas al azar, minutos después nuestras bebidas se acabaron, nos acostamos en la arena, Eros comenzó a acariciar mi cabello, mi corazón no dejaba de palpitar y mi mente no paraba de sacar a relucir pensamientos inútiles, me sentía sofocada… Quería decirle lo que sentía… no, no podía esto arruinaría nuestra amistad…. Pero si no lo hacía esto me destruiría a mí. —Eros. — lo llamé y este me miro. — Yo-Yo ee... — Tome un suspiro. — Me gus… Mi confesión fue interrumpida por el tono de un celular ¿En serio? Era el celular de Eros, este miro quien era y me dio una sonrisa de disculpa. —Lo siento. — susurro y contesto, me aleje de él, lo mire hablar con Ría, se veía contento, podía divisar como asentía y tenía una sonrisa en sus labios y como si esto fuera un balde de agua fría, me despertó, ¿Qué mierda? Casi me había dejado llevar por mis estúpidos sentimientos ¿Por qué siempre tenía que ser así? No quería arruinar esto, él era mi único amigo, no tenía a nadie más ¿Y si él se iba para siempre? ¿Qué iba a hacer?... Minutos de tortuosos pensamientos pasaron hasta que Eros, por fin Termino, su llamada, me miro con una mirada de pena. —Lo siento, era importante, ¿Qué decías? —di un suspiro y retorcí mis manos. —Eros, tenemos que dejarnos de hablar por un tiempo... no aguanto más.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD