Capítulo 36. “Lo mejor para ella” El rostro de Katia mostraba su asombro. --No lo puedo creer... ¿ese hombre viajo todas esas millas solo para acostarse nuevamente contigo? – ella asintió, luego negó. Fue Diana quien le explico lo que Paulina ya le había contado. Y después de algunos segundos levanto su mano para mostrar la nueva invitación. -- ¿Y eso? – -- Nos llegó esta mañana y creo que es él – dijo Paulina, Katia se dejó caer en el sillón. -- Dios... ¿vamos a morir en esta isla paradisiaca? -- -- Puede ser -- les dijo Diana. -- Pero al menos moriremos divinas, bronceadas y con los labios bien rojos -- Todas rieron. La suite se llenó de esa energía caótica, de complicidad, de risas después de noches intensas, de secretos compartidos y recuerdos imborrables. El desayuno aún

