Durante algunos segundos, ambos permanecieron estáticos,observándose mutuamente, como si sus mentes no lograran asimilar por completo lo que sus ojos veían. El mundo entero a su alrededor parecía haberse detenido en ese instante en que sus miradas se encontraron y sus corazones dejaron de latir, pero aquello no era del todo verdadero, ya que las personas a su alrededor seguían bailando al compás de la música que seguía sonando en el lugar. Luca no lo noto, ni siquiera se dio cuenta, pero sus piernas habían comenzado a moverse, impulsado por la inercia, la cual lo atraía de forma innegable hacia Camilla como si se tratara de alguna especie de magnetismo. Aquella idea en particular no le pareció del todo descabellada; ellos eran completamente opuesto, y como es bien sabido, los polos opue

