—¿Donde demonios estabas?—escupió Kallias a la mañana siguiente, rabioso, mientras observaba a Luca con ojos colmados de enojo. La mirada de Aron, de pie a su lado, no era ni por asomo mas cálida, por el contrario parecía estar asándose de ira. —Hola chicos, buenos días—dijo él ignorando el tono altanero con el que Kallias le había hablado. —¿Buenos días?—escupió Aron, quien no parecía poder contenerse más—Para ti serán buenos, pero para nosotros, que pasamos la maldita noche buscándote, no es nada bueno. Luca observó a su amigo y esbozó una sonrisa. >—¿Dónde estabas?—Grazno Aron cruzándose de brazos. —Con Camilla—respondió Luca con felicidad, mientras se quitaba la chaqueta y revelaba las marcas de besos en su cuello, algo que Aron captó al instante. —¡Mierda!—dijo con emoción s

