Nuevos sentimientos

901 Words
Eva A veces la vida suele ser injusta, o es lo que me ha demostrado a lo largo de mi vida, ver a Sophia dormir plácidamente sobre mis brazos buscando un refugio maternal, me hacen sentir miserable, al menos yo tuve a mis padres hasta mis 16 años, pero ella nunca conoció a su madre. Afortunadamente Gabriel ha estado ahí para ella, siendo el padre y madre para Sophia. La miré de nuevo y acaricie sus pequeños rizos dorados, en verdad Sophia es una muñequita muy hermosa, aunque creo que es hora de volver a mi apartamento. Me levanté con mucho cuidado de no despertar a la pequeña, dejé un suave beso en su frente y salí de su habitación, la cuál está llena de dibujos de unicornios, creo que los adora. Caminé hacia la cocina, y ahí estaba Gabriel, moviendo su trasero como si estuviera en un carnaval, sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo, en verdad es muy guapo, estoy segura que cualquier mujer caería rendida ante sus pies, “INCLUSO YO”, moví mi cabeza rápidamente no sé que es lo que me pasa con Gabriel, Hace unas horas para mí era solo un empleado más, mi secretario, muy eficiente por cierto. Solo que estar más cerca de él, y ver de todo lo que es capaz por su hija hace que despierten sentimientos que por supuesto debo botar a la basura. Hoy cuando me sostuvo en sus brazos, fue como si el tiempo se hubiera detenido, haciendo que todo mi cuerpo se estremeciera por completo, no se que me pasó, de lo que sí estoy segura es que no puedo pensar en él como hombre. Inhale profundo y seguí caminando hasta estar más cerca de él, creo que además de ser un buen padre, también es un buen chef, o al menos huele delicioso. —¡Veo que cocinas y bailas muy bien! —dije llamando su atención Se giró tan rápido que boto todo el contenido que tenía en un vaso sobre mi, dios. —Señorita Eva…lo siento mucho no fue mi intención, vaya que si soy un estúpido —exclamo él mientras trataba de limpiar el líquido color ámbar que derramó sobre mi. —¡No te preocupes Gabriel, solo fue un accidente —dije, la verdad se que fue mi culpa, no debí hablarle tan cerca, tal vez lo asusté. Gabriel se giró rápidamente y tomó una toalla y empezó a limpiar mis manos, haciendo que una vez más mi cuerpo reaccionara a su toque, definitivamente debo estar loca. —¡Gabriel!, deja así —exclamé, solté mis manos rápidamente de las suyas y caminé hacia una silla. —Señorita Eva, usted debe estar pensando lo peor de mí —dijo él llevando sus manos a la cabeza, sonreí, ¿Por qué sonrió como boba?. —No te preocupes, fue un accidente, mejor me quito esto antes que me moje mi blusa —dije. —Creo que es mejor que la lave, no se mueva en unos minutos estará limpia, mientras tanto usted me espera aquí, y una vez más, discúlpeme. Deje salir el aire que tenía contenido en mis pulmones, y vi como movía su trasero hacia el lavado, debo parecer una pervertida, Eva, creo que te hace falta un hombre al lado. —Es un buen hombre, sabías que dejó una buena propuesta de trabajo como CEO en Londres, y todo por quedarse a nuestro lado. —Me giré al escuchar la voz ronca de una mujer detrás de mí. Abrí mi boca, y dejé salir una pequeña sonrisa al ver a una mujer de aproximadamente 50 años detrás de mí. —¡Hola mi niña, me imagino que tú eres Eva Johnson, la jefa de Gabriel, él me ha hablado mucho de ti, creo que se quedó corto, en verdad eres muy hermosa —dijo ella caminando hacia mi. —Mucho gusto señora —dije estirando mi mano, ¿Cómo?, Gabriel le ha hablado de mi, por supuesto que sí, debió decirle que soy una tirana, egoísta, en fin, es así como me he comportado con él. —Mucho gusto mi niña, soy Ana, la mamá Gabriel —dijo ella con una sonrisa tierna, ahora veo por qué Gabriel es tan guapo, si Ana es una mujer definitivamente hermosa. —Eva Johnson, solo espero que Gabriel le haya hablado cosas buenas de mi —dije dejando salir una pequeña sonrisa en la comisura de mis labios. —Muy buenas, créeme que muy buenas —dijo ella sonriendo. —¿Cómo es posible que Gabriel haya desperdiciado un cargo tan importante —dije, mientras veía como ella tomaba una taza y servía algo. —Por Sophia, el decidió dejar todo por Sophia, toma, es la favorita de Gabriel, y por supuesto de mi niña —dijo Ana estirando sus manos, recibí una enorme taza de chocolate, no pude evitar sonreír, e inhalar, definitivamente huele a delicioso. —Está delicioso, gracias. A propósito, no le incomoda que su hijo viva con su novio aquí, Sophia aún es muy pequeña y podría confundirse —dije llevando un sorbo a mi boca. Alce mi mirada y vi como ella frunció el ceño, ¿Acaso dije algo malo?. —¿Cómo?, niña estás equivocada, a Gabriel no le gusta…. —Señorita Eva ya está listo —exclamó Gabriel con mi saco justo en sus manos.
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