Rose
A veces las decisiones de la vida suelen ser fáciles y a veces muy difíciles, en este caso para mi es tan difícil, tengo miedo porque me lo estoy pensando mucho, no debería pensármelo tanto, impedir este embarazo para mi no es opción, no me iré por ese camino, sea lo que sea que venga para mi lo recibiré, tratare de estar lo más preparada que pueda.
Ahora tenia que hablar con papá, no pensaba quedarme mucho tiempo aquí, extraño Francia, a mis amigas y muchas otras cosas más.
—Buen día papá —salude a mi padre al entrar a la cafetería.
—Buen día, hija. ¿Cómo te fue? ¿Qué tipo de virus pescaste? —pregunta. Estos días he estado muy mal, los vómitos matutinos no me dejaban en paz, he comido poco y por eso fui a consultar, espero que papá no se moleste conmigo, el estaba muy preocupado por mi.
—¿Podemos hablar en privado? —pedí, ya que hay algunos clientes a nuestro alrededor, además de sus empleados y no quiero que nos escuchen, si es que mi papá se enfada conmigo.
—C-claro —responde, sabe que es algo serio si le pido eso. Nos dirigimos a su pequeño cuarto de descanso como el le llama —¿Qué sucede Rose? ¿Qué te dijo el medico? —puedo ver la preocupación en sus ojos.
—Tranquilo papá, todo esta bien, no estoy enferma —el frunce el ceño —lo que tengo no es una enfermedad papá, estoy…. Embarazada… —el silencio reino en la habitación, no había ninguna expresión, en su rostro, no había enojo, decepción, nada de eso —papá…
—¿Es por eso que volviste? —pregunta y niego.
—Yo no lo sabia hasta ahora, solo tengo un par de semanas —respondí.
—¿sabes quien es su padre? —asentí —¿Volverás a Londres? —jugué con mis dedos nerviosa, no quiero ir a Londres, no quiero decirle a Thomas, no quiero que su novia loca me busque, soy capaz de quitarle sus cabellos uno por uno si se mete conmigo o mi bebé. Al pensar en eso me di cuenta que mi instinto maternal estaba despertando, no se que vaya a sentir más adelante, pero no soportare que alguien lastime a mi bebé.
—No, no iré a Londres —mi padre suspiro y tomó asiento, paso su mano por su rostro, mi corazón estaba acelerado, lo estaba decepcionando.
—Hija, se que eres adulta… pero…
—No papá —dije al intuir lo que estaba por decir —no fue una noche loca —dije aunque si lo fue, pero el y yo teníamos una relación —tenía una relación con… alguien y terminamos por eso volví, no pude seguir más en Londres —el me miro con tristeza.
—¿Qué te hizo ese hombre? Dime ahora mismo, voy lo busco y…
—No vale la pena papá…
—¿Qué piensas hacer? —preguntó con cierto temor en su voz —se que te pudieron romper el corazón pero…
—Serás abuelo —con eso le confirme que tendría a mi bebé, se que tenia miedo que no fuera así, lo intuí.
—Estaré contigo en todo momento, cuenta conmigo mi niña, eres lo único que tengo y amo tanto, a mi nieto no le faltara nada, seré un buen abuelo —sonreí con mis ojos llenos de lágrimas.
—Se que lo serás —afirme, porque el es un gran padre y estoy segura de que será un buen abuelo, aunque yo no estoy segura si seré una buena madre.
«Haré lo que pueda» prometo tocando mi vientre, mis manos tiemblan, esto se siente extraño, pero lo prometo de corazón te lo prometo a ti bebé y me lo prometo a mi.
Los meses pasaron y mi padre insistió que aunque el hombre que me daño sea no muy buena persona merecía saber que tendría un hijo, me negué siempre, no creo que a Thomas le importe, yo le daré todo a mi bebé, además tengo miedo de que él quiera quitarme al bebé y no correré ese riesgo.
Estoy a punto de cumplir cuatro meses de embarazo, mi tía Ceci, vive en Australia y me pidió que la visite una temporada, ella es un amor de persona, no pude negarme, tengo años de no verla, desde lo que paso con la empresa de papá, mi padre ha decidido ir también, estamos en el aeropuerto, mi padre me ayuda con las maletas, acarició mi vientre abultado, se puede notar perfectamente, es hermoso ver como cada día crece un poco, un par de meses más y pareceré una ballena.
Mi piel se erizo de repente, un escalofrío me recorrió, me giré en todas direcciones, sentí una mirada sobre mi y solo me apresure a ir tras mi padre, quien me reclamaba la tardanza, con mi cabello cubrí mi rostro. Estoy segura de que alguien me observaba y solo cubrí mi vientre con ambas manos tratando de proteger a mi bebé, sin saber de que o de quién.
Tristán
Dos semanas después de la fiesta
Al llegar a mi oficina me doy cuenta que mi asistente aun no ha llegado lo cual me parece extraño, miro mi reloj, ya es muy tarde y ella no suele retrasarse mucho, supongo que debe de haber tenido algún contratiempo, no le tomó importancia y me entro en mi oficina, debo tener muchos pendientes, no pensé que la construcción de aquel lugar me fuera a dar muchos problemas, creí que era algo sencillo, pero tuve que quedarme a supervisar, además mi madre me lo pidió y no pude negarme por más que quise venir antes no pude.
Las horas pasan y Rose no aparece, me voy por dos semanas y todos se vuelven irresponsables, tomó el teléfono y le marco a Olivia.
—¡Tristán! —dice sorprendida —No sabia que habías regresado, le pedí a tu hermano que me informara cuando regresaras, creí que llegabas mañana.
—¿Es por eso que Rose no llego, le dijiste que yo llegaba mañana? —inquiero impaciente.
—Eh… Rose renuncio hace algunas semanas… —me informa —su reemplazo llega mañana —no escucho nada más… ¿Cómo que Rose renuncio? —Tristán ¿me estas escuchando?.
—Ven a mi oficina ahora —le exijo cortando la llamada. Me levanté de mía asiento, sentía como mi sangre dentro de mis venas se calentaba ¿Por qué se fue? ¿Qué sucedió? Momentos después Olivia ya estaba en mi oficina, la observé con dureza —¿Qué mierda fue lo que dijiste por teléfono? —pregunté evidentemente cabreado.
—Rose renuncio —dijo con su cabeza gacha.
—¿Por qué? Te pedí que los días que yo no asistiera fueran vacaciones para ella ¿no le informaste? —ella no respondió —¡Responde maldita sea!.
—No lo hice porque su carta de renuncia me llego antes —la veo con desdén, Rose llevaba poco más de un año aquí ¿por qué se iría? ¿Por qué sin darme un razón? Soy su jefe debió decírmelo… aparte de eso no tenía más razones para hablar conmigo, no si aquello no significo nada, además nada me asegura de que ella lo recuerde, que imbécil fui.
—No debiste aprobarla —dije entre dientes —. Sal de aquí y llama a Thomas, que la nueva asistente se presente puntual mañana.
—Por supuesto —salió pude ver una sonrisa aparecer en su rostro. Que idiota soy, es claro que Olivia no iba a retenerla, esta feliz porque Rose se fue.
Ella se fue…
—Tristán, creí que regresabas mañana —entro Thomas entrando a mi oficina.
—Que importa si volví antes, quiero saber de Rose ¿Qué mierda hiciste para que ella se fuera? —espete, su mirada era despreocupada.
—¿Qué te hace pensar que yo hice algo? Ella se fue porque así lo quiso… no se que pasó con ella, de repente se puso extraña, terminó conmigo y dijo que se iría —respondió con tranquilidad, como sino le afectará, aunque no me sorprende. Supe que Brenda volvió y los planes de boda se adelantaron.
—No creo que Rose hiciera eso —comenté.
—Pero lo hizo, dijo que quería irse de Londres —dijo dejándome sorprendido. Rose se fue no solo de la empresa sino que también de Londres ¿tendrá que ver con lo que paso? Pero había algo en las palabras de Thomas que no me convencía.
—Vio a Brenda ¿cierto? —él negó, pero supe que me mentía —¡Joder Thomas! Te lo advertí, no se por que te metiste con mi asistente.
—Es hermosa no lo puedes negar, eso hasta tu supiste verlo —dijo con una sonrisa —pero ella me noto primero a mi.
—Que mal por ella, se fijo en el más gilipollas, además de que estabas comprometido —mencione, el puto sabía que puntos tocar, pero no le daría la razón.
—Lo sé, puede que sea un imbécil, pero la conquiste hermano, odio lo que paso, pero era inevitable. Debiste mover tus piezas antes…
—Sal de aquí, no se que te ven las mujeres…
—La sonrisa y muchas otras cosas más, se más amable —dijo antes de salir.
No soy el mejor ser humano del mundo, pero no soy mala persona. Rose no era una competencia y ella eligió antes de que yo pudiera hacer algo, de lo único que me lamento es de haberme dejado llevar aquella noche por sus besos, por su perfume, por su suave toque en mi piel, no debí ceder sabiendo que ella estaba borracha, si en verdad recordó eso y decidió irse es por que no significo nada o cree que me aproveche de ella, no puedo aclarar a nada, ella ya no está aquí. Lamento tanto eso por que lo único que deseo es poder obtener más de ella…
…
Meses después en el aeropuerto de New York.
—Madre… —la llamo y ella sigue caminando sin prestarme atención —¡Mamá! La próxima llévate un mayordomo paga a alguien para que venga por ti, no se, yo tengo mucho trabajo en el empresa.
–Tristán Fletcher, deja de quejarte, tu eres mi hijo y amo que mis hijos me acompañen, tu me has ayudado demasiado, es más eres tu el que aporta más a estas fundaciones, quería que vieras lo hermoso que está quedando todo, es tan lindo el lugar —sonreí y negué, es la última vez que la acompaño, ella se ha dedicado a las obras de caridad desde hace años y amo ver lo mucho que le gusta ayudar y entonces yo hago lo mismo a través de ella, pero esta vez decidió traerme con ella. Odio ser tan débil para dejarme convencer por ella.
Viajaremos en primera clase, necesito comprar otro Jet. Thomas se llevó el nuestro para ir con su ahora esposa de viaje.
Camino tras mi madre, mientras reviso unos correos en mi móvil, hasta que mi vista se clava en ella, a unos metros de distancia, lleva un vestido hermoso, no ella es hermosa… debe ser una visión mía, me quedo pasmado observándola, no logro ver del todo su rostro, pero mi corazón me dice que es ella, logro ver su rostro cuando ella gira rápidamente sintiendo mi mirada, es ahí cuando noto su abultado vientre, dejo de escuchar el bullicio de las personas, ella cubre su vientre y se aleja tras el señor qué llama su atención, sin pensar en nada más mis pies se mueven hacia ese lugar.
—¡Tristán! —grita mi madre —¡Tristán! El vuelo —qué se pierda el maldito vuelo, quiero ver a Rose, llego al lugar donde se encontraba, busco en la sala a la que se dirigía y no la veo por ningún lado, debe haber sido imaginación mía, estoy seguro, muy seguro de que era ella, y está embarazada, estoy seguro que no tiene más de cuatro meses, es justo como se veía mi prima cuando estaba embarazada de su primer bebé y si eso es así, ella lleva en su vientre a mi hijo, mi corazón golpeando mi pecho me lo dice, por lo menos debo saber si todo eso es verdad, debo encontrar a Rose así deba buscarla por todo el mundo…