Última hora.
Pov Isabella.
Sabía que la maldita de Abby tenía algo planeado, la muy perra pidió libertad condicional por “buen comportamiento”, pero mis abogados no dejarán que eso suceda.
La maldita quiere salir a terminar lo que ambos no pudieron terminar; debo cuidar a mi pequeña.
Y si me voy a Alemania, si eso sería lo mejor. —Digo de la nada.
. —Por favor, bella, no puedes hacer eso, cambiarte de país y continente, alejar a Hope de todos, amiga, sé que esto te tiene aterrada, pero ya no estás sola.
Ahora tienes a toda tu familia para protegerlas. — dice una Sofía con una mirada tranquilizadora.
Pero y si por alguna razón ellos llegasen a salir, yo debo proteger a hope, sabes que ella es la más inocente en todo esto. —Nuevamente, menciono lo que es evidente para todos.
. — Sabemos que esto es difícil, pero debemos confiar en los abogados en que no dejaran que la bestia y esa loca salgan. —Me dice Miguel entregándome un té de manzanilla para calmar mis ansias, pero lentamente mis ojos pesan.
No me doy cuenta cuando caigo nuevamente rendida en los brazos de Morfeo, pero eso no es lo que más me aterra, es que en estos días las pesadillas se han vuelto más recurrentes.
Miro a mi alrededor y las imágenes vuelven a mi mente. Mi corazón empieza a latir de forma apresurada. Mi ser se estremece porque en este lugar lloré, sufrí, me causaron el mayor dolor, donde quedaron cicatrices y en ese lugar en donde fui madre.
No sé por qué mi mente me sigue torturando día con día, mi terapeuta me dice que mi subconsciente aún no entiende que ya el peligro paso, pero como lo hará si el maldito día por medio me envía correos asquerosos, de lo que hizo y que me volverá hacer cuando salga, aunque está detenido en una cárcel de alta seguridad.
Será que mi subconsciente me dice que no debo fiarme, de que él cumplirá con sus amenazas y acabará con mi vida y la de mi bebé.
Despierto porque mi pequeña hope me dice que los abuelos ya llegaron y que vinieron de visita, así que, con la mayor pereza, me levanto, me ducho y me visto para ir a trabajar.
Al bajar a la sala, mi princesa corre por todos lados porque mis padres le regalaron un gatito, el cual es la cosa más linda que existe: es una bola de pelos blancos y ojos azules. Ellos deciden quedarse en mi casa por mi insistencia y la de su pequeña nieta y disfrutarla de ambas.
Al salir de casa, llamo a Vicente y le pido que aumente la seguridad de la casa porque mis padres llegaron de su viaje de negocios y se quedarán conmigo por unos días y después volverán a su casa, que gracias a Dios es a unas calles solamente.
Llego a la empresa y cambio un poco la rutina porque le pido a mi chofer que me deje en la entrada. Al bajarme del vehículo, las miradas de los curiosos no tardan en caer sobre mí, me hacen sentir incómoda. Justo cuando ingresó a la recepción de la empresa, el cual está en el edificio de cuarenta pisos, los cuales los últimos cinco pisos son de C&S. visión. A pesar de que el edificio en sí es mío.
Llega a mi lado Miguel, quien me saluda con profesionalismo, me indica la agenda de hoy y doy gracias a Dios que no me acompañó mi hija porque debemos salir de las oficinas, ya que hoy nos toca ir a ver unas propiedades que quiero adquirir y poder empezar mi nuevo negocio de bienes raíces.
Todos nos miran y una vez en el ascensor le pregunto a Miguel qué por qué nos miran como bichos raros.
. —Bueno, mi querida amiga, pues te ven a ti, porque no sé si no te has dado cuenta de que te vez fabulosa con ese traje de dos piezas de color verde musgo, preciosa.
Pero ¿cómo me van a mirar a mí si soy…? —No puedo decir nada por qué Miguel me tapa la boca.
. — No digas esas tonteras, sabes que eres hermosa. Y nadie te puede decir lo contrario, me escuchaste.
Solo niego, ya que ambos sabemos que eso no es del todo cierto. El maldito de Hugo me dejó recordatorios de que no volveré a ser la misma y de la misma manera que jamás un hombre me verá como una mujer deseable, de eso se aseguró muy bien.
Salgo de mis pensamientos cuando llegamos y Julia me mira sorprendida, ella me entrega la correspondencia, la cual es lo mismo de siempre.
Antes de ir a la sala de juntas, le pido que llame al abogado y que traiga los contratos para poder adquirir las propiedades. Pasan los minutos e ingresa Sofía con su traje n***o. Ella me indica que los contratos de los negocios que mi padre cerró ya están ok y se los entrega al abogado, el cual ingresa después de ella, que la mira de forma triste, pero ella solo le da una mirada de desprecio.
¿De qué me perdí, cuando él se marcha y quedamos los tres solos? Yo pregunto, bueno, un chisme se debe de tratar con delicadeza por muy pequeño.
. — ¿Nos vas a explicar qué pasó? — preguntamos al unísono.
. —Bueno, el maldito me engaño en estos casi dos meses que llevamos o llevábamos saliendo. — Ambos la miramos más confundidos que antes.
¿Pero qué fue tan grave para que no lo determines?
Bueno, el maldito omitió que estaba casado y tenía tres hijos con su esposa.
No… maldito hijo de puta, bueno, hasta este momento le duró su trabajo. Ella quiere retractarse, pero la llaman porque llegaron unos clientes quienes buscan inversores, se retira sin poder decir más, lo bueno que las empresas se encuentran en un mismo edificio y C&S ENTERPRISE está en los pisos veintinueve al treinta y tres y el piso treinta y cuatro es el comedor y sala de descanso de las empresas.
Tomo mis cosas y nos marchamos. Al llegar a recepción, Vicente espera a su esposo, quien no se hace rogar para darle mucho amor.
Miguel y Vicente llevan casi seis años de matrimonio y su próximo desafío juntos es poder aprobar todo para poder adoptar un bebé.
Vamos conversando muy animadamente, mientras mi madre me envía fotos de ellos en la casa jugando con el pequeño gatito.
Al llegar, Vicente nos sigue de cerca, ya que siempre es un requisito esencial para mí. Veo las propiedades y me gustan.
El hombre no para de mirarme, pero conserva la distancia, lo cual me parece perfecto. Cuando estamos por irnos, él me informa que tiene más propiedades tanto de viviendas, como de sitios y esas cosas.
Solo asiento ya queriendo irme. Cuando nos despedimos, él estira su mano, pero yo no saludo a nadie más que solo un asentamiento discreto. Miguel se apresura y corta toda interacción.
Vamos de regreso a la empresa y así podré revisar las nuevas carpetas de las propiedades que he podido adquirir, pero necesito distracción para poder trabajar, así que enciendo la televisión y pongo un canal x, pasan los minutos hasta que una noticia de última hora hace que mi corazón se congele.
El criminal apodado Bestia pide libertad bajo fianza, dentro de una semana el juez y su equipo tomarán una decisión.
Tomo mi celular con manos temblorosas, así que llamo al abogado que lleva mi caso. Le reclamo que como es posible que solo después de 3 años él tenga el descaro de pedir tal beneficio.
.— Él puede pedir lo que quiera, otra cosa es que él se la otorguen. Tranquila y sin más corto la llamada. — Nuevamente, me repite el abogado, pero nadie me saca de la cabeza que esto no será lo último que sepamos de él.