Una verdad dolorosa.
Pov Teodoro Hartmann.
5 años atrás.
Llego al aeropuerto de Múnich, en donde resido con mi bellísima esposa. Le traje un regalo, para terminar de convencerla de tener a nuestro primer bebé. Llego en un taxi, ya que no le avise a nadie, cuando ingreso a la propiedad veo el vehículo de mi padre, no sé por qué, pero dentro de mi ser todas las alertas se encienden, puesto que ellos jamás han sido cercanos, ni lo han demostrado, solo son cordiales entres sí.
Revisé las cámaras de seguridad del exterior y él llegó apenas una hora después de que me fui y eso pasó hace 8 días.
Mi corazón galopa de forma frenética, por lo que mi cabeza le grita a todo mi ser. Pero ¿cómo podrían que ella sea mi esposa, y que solamente llevamos 3 meses de casados y 2 años de relación?
No veo al personal por ningún lado, así que llamo a mi ama de llaves, la cual me informa que la señora, desde que vivimos juntos, hace lo mismo cuando, debo salir de viajes de negocios.
O sea, Sharon desde hace años me ve la cara de idiota. Ingresó en total silencio, dejó mi maleta en el recibidor.
Doy unos pasos y con mi celular en la mano grabo, por inercia, la escena que es digna de una película porno. El maldito de mi padre se está follando a mi esposa, o sea, a su yerna en la mesada; están tan absortos en su asunto que no se dan cuenta de que tienen espectadores.
Dejo de grabar y llamó a mi madre para que por fin bajara del pedestal que tenía a su esposo. Ella no lo puede creer hasta que él se da cuenta de mi presencia enfrente de ellos.
Él sale de forma apresurada del interior de mi exesposa, ella se trata de tapar con sus manos y él solo nos mira con terror.
—Hijo, no es lo que tú crees, fue solo un error. — Pero no lo dejo terminar, ya que mi puño golpea su rostro y la ira me ciega.
Los golpes que le propiné fueron tan feroces que cuatro guardias de seguridad de mi madre me tuvieron que sacar de encima de él.
Debo reconocer que mi juicio se nubló por el hecho de que ni siquiera me di cuenta de la presencia de la seguridad, ni la de mi madre.
Su rostro ensangrentado no deja ver mi obra de arte. Mi madre llega a mi lado, me pregunta por la zorra de mi esposa, solo niego, ya que la maldita se escabulló.
La busca por las habitaciones y da con ella en la habitación matrimonial, la toma del cabello y la arrastra por todo el cuarto.
—No déjame, fue solo esta única vez, lo juro. — dice esa maldita mentirosa.
.— Teo, amor, tu madre… no la dejó terminar y la cayó de solo un grito.
Le pido a seguridad que busque los videos de ambos, en donde se ven y no precisamente conversando. La tomé del brazo y caminé con ella. Bueno, la arrastré, ya que se opone a que la saque de mi casa, pero de igual manera la llevó hasta la entrada principal.
La tomó de los brazos, apretándolos fuertemente hasta que ella se queja. La miro por fin y veo esos ojos por los cuales jure cuidar y amar hasta la muerte…
DESDE HOY ESTÁS MUERTA PARA MÍ, ME ENCARGARE DE HACER TU VIDA UNA MISERIA. Y sin pensarlo, le doy una bofetada y la saco de mi vista, dándole un empujón que la hace caer al piso.
Los días posteriores fueron un completo desastre, ya que se presentaron las demandas de divorcio y, como por desgracia no existe el divorcio por culpa, debemos argumentar que ambos son pareja y que, por ende, los matrimonios fracasaron.
Obviamente, la prensa se enteró y gozó cerca de un mes por el escándalo, y ambos fueron tan imbéciles, puesto que argumentaron que fue arbitrario. Pero no dejaron de hacer creer a la gente que eran las víctimas.
Así que por casualidad a la prensa que tanto le gustaba culpar y juzgar a los demás, le llegaron los videos de todos sus encuentros, de sus conversaciones, en donde se enviaban fotos desnudos y lo que más nos enfureció era que el imbécil de mi padre no era la primera vez que le era infiel a mi madre y que desde que ellos se casaron él la engañó con cuanta mujer se le atravesara.
Todo fue un revuelo, yo tomé todo el control de los negocios de la familia por completo, ya que su esposo solo la usó por mucho tiempo para vivir como rey y tener a las prostitutas que quisiera.
Desde ese día solo me dediqué a que la empresa creciera, a que el imperio que poseíamos fuera imparable.
Claro que no todo fue miel sobre hojuelas, por el hecho de que los malditos gusanos, por separado, nos bombardeaban con disculpas, hasta que la maldita de Sharon llegó a mi edificio exigiendo hablar.
Me detuve en las puertas del edificio mientras que ella gritaba a toda voz que estaba embarazada y que debía hacerme responsable, solo asentí y solicité a mis abogados que tramitaran una prueba de ADN entre su hijo y yo.
Si llegaba a ser mío, se lo quitaría. No tendría contemplaciones con ella, ni con nadie después de esto.
Los meses pasaron y yo, mientras trataba de limpiar la mierda que mi padre dejó en las empresas y la imagen de nuestro apellido, el cual no es el de él, y la zorra de mi ex en mi vida. Todo siguió igual.
Los resultados de la prueba fueron, como lo suponía, negativos. Pero para gracia de todos es de mi padre. O sea, a mis 30 años tengo un medio hermano.
Con eso otro nuevo escándalo nos sacudió, pero ya no estábamos directamente involucrados, ya que cortamos todo tipo de contacto.
Si bien mi padre adoptó el apellido de mi madre, el abogado luchó para que él volviera al suyo y así nada más nos ataría, porque si yo llevo el apellido de mi santa madre