CENICIENTA

2462 Words
Las luces, las filas de automóviles, cámaras y flashes de los medios nos indicaron que habíamos llegado, el vallet parking abrió mi puerta y me tendió su mano para bajar del convertible.   Mario recorrió rápidamente su automóvil para tomarme de la cintura y caminar a mi lado, nos demoramos un poco en entrar por la cantidad de revistas que nos detenían para tener una foto nuestra como invitados al evento.   Cuando por fin logramos pasar, nos señalaron que debíamos tomar el elevador; la fiesta se llevaría a cabo en el rooftop. Yo iba poniendo atención a todos los detalles, esta era un oportunidad de oro para aprender y la quería aprovechar al máximo.   Al llegar al rooftop nos encontramos con un evento TOP en toda la extensión de la palabra, había flores, luces, música… todo con un gusto exquisito, se podía respirar el lujo en este ambiente. Todos eran guapos incluso los meseros, la música estaba en vivo y a pesar de estar en un lugar completamente abierto la acústica era sensacional, la barra estaba en medio y era circular por lo que todos podían accesar a ella sin necesidad de generar aglomeraciones, todo estaba calculado para que a pesar de la cantidad de invitados que éramos, no estuviéramos amontonados y nos sintiéramos lo más cómodos posible. Llamó mi atención que resaltaba el color n***o, pero lo habían combinado con blanco y el verde del follaje de las plantas hacía que todo luciera espectacular y en armonía.    A los primeros conocidos que nos encontramos fueron precisamente los papás de Mario quienes habían compartido con nosotros las entradas extra.   -       Val estás guapísima, me encanta verte – Su mamá me fundió en un abrazo y me tomó de los hombros mientras me dio un gran beso en la mejilla. -       Que bueno que pudiste venir Val – Me dijo su papá mucho más respetuoso. -       Muchísimas gracias por haberme invitado – Les contesté con una sonrisa de oreja a oreja y de profundo agradecimiento por permitirme esa noche estar ahí.   Unas personas llegaron con ellos y nosotros nos dirigimos a la barra, en el camino me encontré con unos clientes y me tuve que quedar a saludar por lo que le dije a Mario que se fuera adelantando.   Estos clientes no eran de la ciudad y habían venido única y exclusivamente a la inauguración del edificio, así que se sorprendieron gratamente al descubrir que yo también había asistido. Aprovecharon para presentarme con otros de sus socios comerciales y hacer pequeños comentarios sobre unos cambios que tendríamos que considerar en la campaña, habían decidido incluir unos productos que no teníamos previstos.   Había meseros caminando por toda la terraza comprobando que todos estuviéramos bien atendidos, una señorita muy linda se acercó con nosotros para ofrecernos una copa de champagne la cual agradecimos y seguimos en lo nuestro. De pronto se escuchó un ruido en el cielo, volteamos al mismo tiempo para comprobar lo que sabíamos que habíamos escuchado, el ruido era de un helicóptero a punto de aterrizar en el helipuerto de ROCO.   -       Este cabrón no pierde la oportunidad de llamar la atención ¿verdad? – El comentario salió de la boca de uno de los socio de mis clientes, era un señor de unos 65 años y al escucharlo todos nos reímos. -       No se hagan, todos lo pensamos pero solo yo me atreví a decirlo en voz alta – Cuando terminó de decir esto todos reímos más fuerte.   Se me paralizó el corazón y me quedé completamente sin aliento al ver bajar del helicóptero a Rodrigo, era mucho más guapo en persona de lo que lucía en las revistas. Tenía una abundante cabellera castaña que peinaba de lado, en sus ojos azules te podías perder una y mil veces, sus labios no eran muy gruesos pero tampoco delgados eran simplemente perfectos y para rematar con sus insuperables facciones poseía una sexy y discreta barba partida, sin lugar a dudas... podría derretir en segundos el mismísimo corazón de hielo de la princesa Elsa.   Muchos se acercaron a saludarlo y él solo levantó la mano y les brindó media sonrisa para dirigirse directo a la barra.   Después de su entrada triunfal todos sonreímos y retomamos el hilo de la conversación. Yo no podía quitarle los ojos de encima, era como si tuviera un imán que me hiciera estar al pendiente de él; tuve que hacerlo cuando mis socios me preguntaron si estaba de acuerdo con los cambios.   POV MARIO   ¿Cómo puedo ser tan cobarde? Justo ahora tendría que estar aprovechando cada segundo… Pienso en esto mientras le doy un sorbo al whisky que me acaba de entregar el bar tender.   Val se ve divina, estoy loco por ella y no soy capaz de hacerle saber mis sentimientos, no tengo dudas de que ella lo sospecha por eso siempre menciona lo importante que soy en su vida pero como su mejor amigo eso hace que me de mucho miedo perderla y parece que por eso mismo prefiero seguir siendo su incondicional en lugar de intentar algo más.   Al igual que todos, volteó al cielo para ver la entrada triunfal de Rodrigo, no lo veo desde la secundaria que nos mudamos para acá y sus papás lo mandaron a estudiar en el extranjero.   Cuando aterriza y saluda en general, se dirige a la barra y me ve. Su grito solo hace que más gente voltee en dirección a nosotros.   - ¡No inventes Bro, cuanto tiempo! - Grita mientras me abraza.   Yo lo abrazo de vuelta por que realmente me da mucho gusto verlo de nuevo.   -       ¿Qué haces aquí, Mario? - Me preguntó y pidió un whisky igual al mío. -       Vine a tu reencuentro, cabrón - le dije y los dos nos reímos- vine por que invitaron a mis papás y tenían boletos extra. – al responder levanté mi vaso en señal de brindis. -       Y no desaprovechas una oportunidad de chupar gratis ¿verdad? Jajajajajaj - nos reímos fuerte -       Tenía que cortar una flor de tu jardín – le dije con el gusto de poder bromear con él como si el tiempo no hubiera pasado. -       ¿Y en que andas? – Me preguntó después de dar el primer sorbo a su bebida. -       Tengo una empresa de arte, hago escenografías, sets para televisión, publicidad, medios impresos… justo tengo una reunión la próxima semana para participar en la serie que protagoniza tu conquista en turno. -       Oye que bien, siempre creí que seguirías los pasos de tu papá – Su voz era de sorpresa al enterarse que no seguí trabajando en el negocio de mi familia. -       Ellos también lo esperaban o bueno tal vez todavía lo esperan, pero quería hacer algo por mi mismo, no estar a su sombra como siempre. Me he ido abriendo camino y mi hermana es la que ha tenido que involucrarse más en los negocios de la familia, por ahora yo estoy con esto; estoy contento y me va bien, así que soy feliz haciendo lo que disfruto y ¿tu qué onda? -       Pues yo si seguí los pasos de mi papá, pero no me quise quedar solo con los hoteles, he diversificado y creado otras compañías en sectores completamente diferentes hasta lograr consolidar ROCO, me absorbe mucho pero también me da la oportunidad de divertirme en grande y tu mejor que nadie sabe que eso siempre me ha encantado - Rodrigo levantó las cejas y sonrió como si recordara con placer la oportunidad que eso le daba para estar con algunas de las mujeres más sexys del mundo. -       Voy a estar unos días en la ciudad ¿Sigues en el club?. -       Si, seguimos inscritos -Respondí refiriéndome a mi y mi familia. -       Pues hay que vernos ahí para ponernos al corriente – Y después de decir eso se fue para saludar a unas personas que lo llamaban insistentemente.   2 segundos después llegó Val conmigo…   POV VALERIA   Por fin logré terminar con los clientes y llegar a la barra para ver a Mario.   -       ¡Perdón! pero a estos clientes casi nunca los veo y tenía que aprovechar, además me sirvió para que me presentaran a otros de sus socios comerciales, creo que puedo hacer algo interesante con ellos - Le di un sorbo a mi copa de champagne y sonreí con muchísimo entusiasmo. -       No te apures Val, no te has perdido de nada y me da mucho gusto por ti.   Por más que intentaba controlarme no podía evitar buscarlo con la mirada, ahí estaba Rodrigo platicando con personas importantes sabiendo que como siempre todo giraba alrededor de él, bebí otro sorbo de mi copa y le pregunté a Mario si ya estaba aburrido, yo sabía que el prefería evitar este tipo de celebraciones.   - No me puedo aburrir contigo – cuando escuché su respuesta le regalé una tierna sonrisa y nos fuimos de la barra para saludar a otras personas.   La noche se nos fue en saludar a unos y en presentar a otros, para mi fue súper productivo conocí a muchos empresarios grandes y me sentí realmente afortunada, al final estaba cansada, recordé que al día siguiente tenía un evento pequeño en el club campestre y Mario seguía platicando con unos productores, me despedí de él y cuando insinuó que él también se iría para llevarme a mi casa le dije que por favor no se preocupara, yo podía tomar un uber y nos veríamos después, no estaba nada contento con mi propuesta pero tampoco se podía zafar, así que se acercó y me dijo al oído:   -       Val te lleva el chofer de mis papás y márcame por favor en cuanto llegues a tu casa. -       Está bien, ¡Relájate! te marco en cuanto esté en el depa y otra vez… Mil gracias por haberme invitado - Le di un beso en la mejilla y él me respondió con un caluroso abrazo.   Al salir del toproof fui directo al elevador, había un grupo de hombres en un bar privado que instalaron en esa área, todos parecían estar muy concentrados, dos de ellos estaban fumando puro; identifiqué el aroma y no pude evitar arrugar la nariz. Presioné el botón para esperar que el elevador subiera por mi, cuando me dejó congelada escuchar una masculina voz que provenía exactamente de donde estaba ese grupo hombres:   -       ¿Por qué nadie me ha presentado a ese bombón? – En ese momento todos se quedaron en silencio a la expectativa de lo que podía pasar a continuación.   Pensé que hubieran tenido más oportunidades de caer una lluvia de meteoritos que lo que estaba pasando en ese momento. Tensé todo mi cuerpo al descubrir a Rodrigo por el reflejo de la puerta del elevador, mi respiración se aceleraba a la par que se me encogía el corazón, me sentí completamente vulnerable porque era algo que no imaginé, y cuando pierdo el control de lo que pasa, me encuentro fuera de mi zona de confort y eso me hace sentir insegura, así que decidí no voltear e intentar simular que no lo había escuchado; mientras esperaba pacientemente a que llegara el elevador por mi, cuando se abrieron las puertas y di medio giro para presionar el botón de la planta baja unas manos impidieron que las puertas se cerraran. -       ¿Por que tienes tanta prisa? La velada está apenas empezando - Rodrigo sonreía de una forma tan seductora que estaba segura que debía ser ilegal, el aroma de su loción amaderada deleitó cada uno de mis conductos nasales. -       Porque es tarde y tengo un evento mañana - Le respondí mientras presionaba el botón para que se cerraran las puertas. -       Está bien, te acompaño – entró al elevador sin importarle que casi le cierro la puerta en las narices – finalmente es MI evento y tengo que despedir a los invitados – me dijo remarcando que era su evento, como si quisiera recordarme quien era él.   Yo guardé silencio, el amplio elevador por el que entré de pronto se había hecho pequeño, me sentía muy cerca de él y mi corazón latía desbocado ¿Acaso era el momento de reconocer que si formaba parte de su club de fans? La voz de Rodrigo me regresó al momento presente:   -       ¿Y de que empresa vienes, hermosa? – Me dio repele que fuera tan básico llamándome bombón, hermosa, comprobé que no era más que un patán que por decir una frase bonita esperaba cayeran rendidas a sus pies. -       De una llamada “Qué te importa” – ¿En serio respondí eso? Me regañé a mi misma por estar reaccionando como una niña de 5 años, pero las palabras brotaron sin que yo las hubiera podido contener este hombre era demasiado atractivo para ponerme lo suficientemente nerviosa e impedir que mis neuronas se conectaran, pero por otro lado, no me hacía sentir cómoda su actitud. -       ¡Vaya! esa empresa nunca la había escuchado, tendré que verificar la lista de invitados la próxima vez – Sonrió sin dar crédito a mi respuesta.   El elevador anunció la llegada a la planta baja y en cuanto se abrieron las puertas vi que Gracias a Dios el chofer ya estaba en la entrada del edificio esperando por mi, salí de prisa no sin antes voltear y decirle:   - Muchas gracias por la fiesta señor Sorní – ese era su apellido y no supe por que lo llamé de esa manera, muy pero muy pocas veces lo llamaban así - espero que siga disfrutando de SU evento - añadí y le sonreí mientras caminaba rumbo a la entrada donde estaba el auto con chofer esperando por mi.   No se dio por vencido tan rápido, me retuvo jalando mi mano y me preguntó:   - ¿Tienes un nombre… Cenicienta? – Su mirada era como un scanner intentando leer lo que yo estaba pensando.   Yo solo solté una pequeña risa cuando me percaté que en el enorme reloj de la entrada justo marcaban las 12:00 de la noche… me mordí el labio inferior por que me sentía muy nerviosa, me zafé de su mano y caminé directo a la salida para subirme al coche de los papás de Mario.   Todo esto me parecía un sueño surrealista, en la mañana imaginaba perderme un fin de semana con él y en la noche no había podido siquiera decirle mi nombre.   Decidí que lo mejor sería olvidar el incidente, finalmente… ¿Cuántas probabilidades tenía de volver encontrarme con él? Llegué a mi departamento le di las gracias al chofer y mientras subía, le mandé un mensaje de texto a Mario dándole una vez más las gracias por haberme invitado y avisándole que ya había llegado a casa.   - Descansa preciosa.
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