0.99

3020 Words

Edward observó con tristeza su propio reflejo: sus pómulos altos, sus mejillas apenas rosadas, sus ojos brillantes velados por un sentimiento que ni siquiera él mismo podía explicar. Era el reflejo de otra persona, de un nuevo Edward que estaba surgiendo. Uno que temía ser.  Eran varias cosas a las cuales les temía; fue criado bajo la sombra de sus padres, en una jaula de oro que aumentó cuando pasó a manos de Brian. Era un ave prisionera, sin canto para expresarse ni alas para extenderlas, una simple reliquia estropeada. No podía evitar sentirse utilizado, un objeto a la disposición de los demás creado para cumplir deseos ajenos. Cerró los ojos y se recostó suavemente, se sentía solo en esa ridícula lucha, en esa batalla que era su vida desde que nació. ¿De qué servían atenciones y cuida

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD