CAPITULO XXVI. Reconociendo al enemigo

1043 Words
El personal de Ángel seguía escaseando, aunque intentaba que su personal no repitiera la actividad de vigilar a Nathalya más de una vez por semana, por el momento era imposible evitarlo, esto lo hacía con el objetivo de evitar que ella intentara persuadirlos para ayudarla a escapar. Debido a los antecedentes de Aldo y a su excelente trabajo hasta el momento, éste ya era del agrado de Ángel por lo que, le había encomendado la tarea de cuidar y vigilar a Nathalya durante esta semana. Él continuó metido en el personaje pensando en que quizá se trataba de otra prueba de Ángel y durante esos días ni siquiera aceptaba la mirada de Nathalya. Nathalya sentía algo familiar en la presencia de Aldo, su apariencia era diferente, pero su parecido con Maximiliano, su cuñado, era impresionante, aunque no se atrevía a hablarle estaba segura que su voz sería la misma. ¿Pero cómo podía ser esto posible? Claramente él no era Max ni su forma de ser se parecía a la de él, ¿cómo podía ser que su enemigo le inspirara tanta confianza? De ninguna manera buscaba meterlo en problemas, pero debía estar segura si se trataba de Max o no, no encontraba la manera y en una ocasión comenzó a cantar, Max nunca la había escuchado cantar, pero de inmediato reconoció la canción que ella estaba interpretando pues, era una de las que cantaba su hermano en el grupo musical, esa misma canción él le había ayudado a componerla, entonces dedujo que Nathalya ya lo había reconocido o que al menos, tenía la idea de quién era él. Lo único que pudo hacer Max para no verse sospechoso, fue acercarse a la puerta a escuchar la dulce voz de su cuñada y quedarse allí para escuchar si ella deseaba decirle algo, entonces comenzó a escuchar un susurro. - ¿De verdad eres tú? – Max no le dirigía palabra alguna, por lo que tuvo que pensar en otra manera de comunicarse con él – puedo verte por la ventana, voltea a la derecha para afirmar y a la izquierda para negar, si viene alguien sólo haz algo diferente, ¿de acuerdo? – Max había volteado su cabeza sutilmente hacia la derecha, lo cual le indicó a Nathalya que había comprendido sus instrucciones. - ¿Eres tú, Max? – él nuevamente volteó a la derecha, pero camino un poco hacia enfrente indicando que alguien se acercaba, entonces Nathalya se alejó rápidamente dirigiéndose a la otra ventana para admirar el paisaje. Alguien llegó a la puerta de la habitación de Nathalya, era la empleada que le traía un recado de Ángel. - Señorita, dice el patrón que baje al comedor, la acompañaré - Gracias, vamos. Aldo las acompañó hasta el comedor, ya cuando Ángel se quedó al pendiente de Nathalya se retiró para darles privacidad y no incomodar. Ahora Nathalya sabía que tenía un aliado en ese lugar, debía ser muy cuidadosa en cada movimiento y evitar a toda costa arriesgar la vida de Max. Al terminar los alimentos, Ángel le pidió a Aldo que volviera acompañar a Nathalya a lo que ella respingó de inmediato para hacerle una petición. - Aldo, por favor, acompañe a la señorita a su habitación – pidió Ángel - Sí, señor – respondió Aldo - No, por favor, quisiera leer un poco en la biblioteca, sólo unos minutos - Tienes veinte minutos, solamente, recuerda que aún no eres mi esposa - Está bien, gracias Nathalya sonrió al escuchar estas palabras, unos minutos fuera de su habitación era todo lo que necesitaba, además, tenía la impresión de que en la biblioteca podría encontrar alguna prueba de los negocios ilícitos que manejaba la familia de Ángel y se había propuesto revisar hasta el último rincón del lugar sin importar el tiempo que le llevara. Aldo sólo podía observarla pues, en la casa había muchos empleados que en cualquier momento podrían darse cuenta que socializaba con la cautiva, pero pronto Nathalya comenzó a hablar en voz alta con la intención que Aldo le hiciera las mismas señas de antes en cuanto escuchara algo que le revelara lo que hacía allí. - Oh, este libro titulado "Bandoleras" parece emocionante, según la sinopsis es la historia de una mujer que a base de psicología y su belleza física tiende a manipular hombres para obtener joyas y dinero, pero este otro "Los infiltrados" - al leer este título de este libro, Aldo hizo un movimiento con si brazo derecho, Nathalya lo tomó como una expresión afirmativa y prosiguió - es de unos tipos que trabajan en un banco y planean cómo robarlo, no, me gustan más de romanticismo... a ver este "Sherlock Holmes", ya había escuchado de él, es un detective privado que investiga muchos crímenes y lograr capturar a los delincuentes - Aldo movió su pie derecho indicando que había algo de eso en su realidad, entonces tosió para indicar que alguien se acercaba y Nathalya pronto tomó otro libro cualquiera y fingió leerlo, en eso entró una de las empleadas a limpiar el área, que más bien parecía que estaba espiando a Nathalya y a Aldo, él contaba los minutos en su reloj y justo cuando se llegaron los veinte minutos se acercó a Nathalya como señal de que ya era hora de llevarla a su habitación, Nathalya tomó el libro fuertemente entre sus brazos y se lo llevó consigo, Aldo le sugirió que lo dejara pues el patrón no había dado su permiso para llevárselo de allí, pero Nathalya suplicó un poco y él le arrojó una mirada terrorífica, entonces ella dejó el libro, pero pidió a la empleada que le preguntara a Ángel si podía llevarle el libro más tarde, ella no dijo nada, pero en su mirada se notaba que la ayudaría. En cuanto Nathalya y Aldo salieron rumbo a la habitación, la empleada buscó a Ángel para informarle, como había solicitado, todo lo que había percibido en la biblioteca, él se dió cuenta que Aldo era un gran elemento y eso le hizo querer encargarle a Nathalya permanentemente, pero aún no estaba bien definido. Así como la empleada le había contado, se dio cuenta que Nathalya quería leer en su habitación y optó por llevarle el libro personalmente.
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