Sana —¿Estás bien?— Seolyun preguntó aturdida, pero no fueron sus palabras lo que me sacaron de mí asimismo. Fueron los aullidos de los betas que estaban persiguiendo algo en el bosque. Inhalé profundo, con el nudo en la garganta y el cuerpo temblando de miedo. —Estás pálida— Susurró y mis pestañas aletearon como si acabara de despertar. —¿Qué pasó?— froté mi rostro tratando de recordar. Había perdido la concentración después de que Seolyun me tomara la mano para correr. La pequeña me miró unos segundos antes de poner su mano sobre mi hombro buscando consolarme, como si supiera realmente lo que pasaba por mi cabeza. —Estamos bien. Por suerte los chicos no se alejaron lo suficiente. Miré a nuestro alrededor. No nos habíamos movido mucho y los betas ya estaban en su forma humana, hab

