— ¿Hay estacionamiento disponible? Mi acompañante llegará en automóvil. — Sí, tenemos estacionamiento privado. — Genial. Muchas gracias. — Gracias por llamar a Magnolia. Nos vemos esta noche. *** Con la reserva hecha, me dediqué a recorrer las tiendas del centro, buscando algunas prendas y zapatos nuevos para la ocasión. Sentía que algo se despertaba en mí, una chispa que hacía tiempo no sentía. Aunque sabía que esta relación con Adriana sería pasajera, disfrutaba la idea de sentirme viva otra vez, aunque fuera solo por dos semanas. Después, a esa hora señalada por la recepción, llegamos juntas al restaurante. La anfitriona nos condujo a la mesa reservada, que estaba en un rincón privado y agradable. El camarero nos ofreció la carta de comidas y bebidas. — Buenas noches, ¿les gust

