Si estás aquí es porque ya leíste la primera parte de este libro, titulado, Los hombres de mi vida, su aún no lo has leído pues te recomiendo que no comiences este aún, y vallas directo a mi perfil o a buscarlo en el buscador, no lo olvides, Los hombres de mi vida primero, y luego, El Diablo de Del Ángel. Toda mi vida la entregué sin preguntar, y terminé entre las rejas en esta oscura y triste realidad, en un triste hueco sola, mi vida se llenó de una amarga soledad, y solo en venganza y en verlo sufrir es en lo que puedo pensar. Por amor un día todo lo perdí, pero hoy vuelvo renovada solo para verlo sufrir. Y solo al final mi alma descansará. Después de pasar 5 años encerrada en una de las cárceles más peligrosas de Estados Unidos, después de su inacabable sufrimiento por el asesinato de su aún no nacido bebé, después de despertar un día con la noticia de el asesinato de su abuelo, ella, El Diablo de Del Ángel, decide de que ya es hora de regresar de donde nunca debió de salir.

Bichota (momento en el que se siente sexy, coqueta, atrevida, fuerte, empoderada y, hasta cierto punto, se traduce en motivación personal y confianza en uno mismo) Uno de mis nombres favoritos es Esmeralda, y soy la chica que les mostrará que, las bichotas no lloramos, nos superamos. Las lágrimas no son permitidas en mi vida, o por lo menos eso intento. Venderle mi cuerpo a perversos millonarios se convirtió en la salida más fácil, pero, nunca conté con enamorarme de uno de ellos. Para mi mala, o buena suerte, un día, el padre de mi ex jefe, jefe con el que fantaseé por meses, se apareció en la puerta de mi humilde apartamento con un jugoso contrato, contrato que me convertiría en la esposa de su arrogante pero sexy hijo. Contrato que me sacaría de ese barrio bajo donde vivo, contrato que le abrirá las puertas a mi especialidad, contrato que convertirá mi vida un verdadero infierno al lado de un hombre que me desprecia por el simple hecho de ser su esposa, pero, contrato que no me impedirá seguir vendiendo mi cuerpo, y menos, continuar viendo a mi cliente favorito.

El orgasmo es un gran comedor de palabras que solo permite el gemido, el aullido, la expresión infrahumana, más no la palabra. La vida la sorprenderá, cuando le ponga de frente la mejor oportunidad de su vida, la cual no dudará en aprovechar. Mientras está en el altar, a punto de decir el típico “acepto”, aparece su amante, él futbolista, más borracho que una uva, a interrumpir la ceremonia, pero el pobre futbolista no contó con que él terminaría siendo el novio de esa ceremonia, y que su su ahora esposa, se convertirá en su millonario pecado. De amantes a esposos ???

Camilla Vida, una joven chica de 17 años de edad, no conoce más allá que su lejano pueblo Bellatona, que ni siquiera aparece en el mapa, huérfana desde los 15 años, decide que el mundo no podrá acabar con ella. Sola en ese cruel mundo, decide emanciparse, y hacerse cargo del bar de sus padres.

Mia Liz Arjona una multimillonaria hermosa y coqueta, aunque con una apariencia fría y seria, es altanera y muy despiadada aunque frágil de corazón, es honesta y muy estratégica, no se da por vencida hasta cumplir su objetivo lo que la convierte en una persona muy terca, aunque carece de orgullo. Solo tiene 21 años de edad, ojos grises y grandes que son capaces de hechizar según lo que dicen, cabello largo y casi rubio, que es uno de sus muy llamativos atractivos, su cuerpo muy tallado, en perfectas condiciones gracias a todo su actividad física y su gran habilidad de adiestramiento en las artes marciales y en el Kung-fu, y no podemos dejar de un lado los 6 años que estuvo en la escuela militar. Es audaz con los carros de carrera, y en confeccionar atuendos para la casa de moda de su padre Nueva Luna, lo cuál la ha llevado a convertirse un un icono de la moda y a agregado sustanciosos millones a su cuenta de banco, que aún maneja su padre. —¡Sus ojos azules me veían con fijación mientras saboreaba sus labios lentamente! —¡No sé qué está sucediendo! —digo para mí algo asustada, Veo a mi alrededor y todo es confuso, es una habitación, pero no la puedo identificar ¡Nunca antes he estado aquí! —¿Está todo bien? —pronunció ese hombre que está delante de mí, es Daniel Bustamante, y está desnudo, veo asustada mi cuerpo para percatarme de que también estoy desnuda.