La Princesa DoradaUpdated at Feb 11, 2023, 18:26
Después de la edad oscura en la que predominó la guerra y el genocidio, los líderes de cada raza llegaron a un acuerdo conocido como El Tratado. Se dividieron las tierras, prometiendo paz y respeto entre ellos, se establecieron rutas de comercio y acuerdos para la convivencia, unos quedando más satisfechos que otros.
Se dividieron en 3 grandes Naciones.
La nación de los humanos, gobernados por el Rey Fjor de la gran Casa Halvorsen.
La nación de los hechiceros, gobernados por tres lideres de la Casa Laursen.
Y la nación de los hombres lobo, donde la máxima autoridad era el sanguinario Rey Romulus Naess.
Dentro de su territorio cada quien gobernaba a su manera sin poder intervenir en los asuntos de las otras naciones, esa era la esencia del Tratado.
Sin embargo un descontento creció entre una parte de la población humana, el reclamo era de Magnus, el hermano menor del Rey, quien con sus seguidores comenzaron una guerra civil para tratar de conquistar el trono.
Así es como los príncipes Folken “el Cazador” e Ilenia “la princesa dorada” salen del castillo con su ejército a terminar con las revueltas y traer la paz a su pueblo.
La nación de los hombres lobo estaba molesta, no habían quedado satisfechos desde la repartición de tierras en el tratado, pensando que los humanos habían sido codiciosos, y que veían por debajo de su nivel a los hombres lobo. El Rey Romulus quien apoyaba secretamente el reclamo de Magnus, al ver que el débil humano no lograría sobrepasar las fuerzas del Rey, tuvo que idear un nuevo plan.
***
La gran sala, estaba iluminada por candelabros que se extendían desde la entrada hasta el trono del Rey, mostraba opulencia y demandaba respeto, pase mi vista hacia el hombre con la sonrisa siniestra, su complexión era más grande de lo que había anticipado, se levantó de su silla y vi como sus músculos sobresalían del delgado material que lo cubría. Vestía un tipo de túnica negra. Para alguien de su edad debía admitir que era atractivo.
Entonces detecte movimiento a su lado, y aunque ya lo había visto innumerables retratado en pinturas y esculturas, no estaba preparada para este encuentro.
El heredero al trono, Valerian Naess. “El príncipe negro” como lo llamaban sus seguidores alrededor del mundo, debido al pelaje negro en su forma de lobo, o mi personal favorito “Despiadado”, por su forma de pelear estando en batalla. Seguía sentado en su silla a la derecha de su padre, parecía tenso, sus músculos contraídos, su traje de combate abrazaba su fornido cuerpo a la perfección. Su rostro era delicado pero a la vez duro, con una mandíbula muy masculina, nariz perfilada, boca y dientes perfectos, su cabello negro ligeramente largo en la parte superior y corto a los lados, desordenado y aún así estilizado, cubría sus ojos color miel, podría asegurar que era el hombre más atractivo que haya visto jamás.
“Bienvenida a nuestro hogar, princesa Ilenia, debo admitir que me has decepcionado” dijo el Rey Romulus acercándose lentamente hacia mi. De inmediato aleje mi vista de Valerian hacia el imponente hombre lobo, sentía a lo lejos el poder de su aura. Lo miré con disgusto.
Los guardias me empujaron hacia el haciéndome tropezar un poco, pase la lengua por mis labios y sonreí, mi nariz había dejado de sangrar, mi armadura estaba cubierta en sangre, tanto mía como de mis enemigos caídos en batalla, estaba exhausta, pero nunca tendría mejor oportunidad que esta.
Sonreí internamente, a pesar de que mis manos estaban atadas detrás de mi espalda, sentía la flexibilidad suficiente como para moverme y realizar mi truco final. Solo tenía que esperar el momento adecuado.