La amante del herederoUpdated at Aug 20, 2024, 00:23
Se a evidenciado que desde los tiempos de antes la sociedad se ha dividido entre razas, color y clase social, llenándonos de prejuicios y de clasismos absurdos a los que se apega la sociedad. Si bien los tiempos han cambiado, no podemos cambiar la ideología de muchas personas que aún viven en el pasado y que les cuesta aceptar el presente.
Así como la sociedad se clasifica ante niveles, de la misma manera se ejecuta el pensamiento vago del amor, dónde los ricos no podemos simplemente enamorarnos de una persona de bajos recursos, del 100% de la sociedad, el 70% de personas está dividido, ese 70% consideran que la unión entre ricos y pobres es una calamidad, el pensar que debemos mantener las clases sociales en su nivel para lograr que los linajes familiares mantengan su curso y la línea que nos separa se mantenga intacta es de personas que nos les importa nada más que sus ideales.
¿Pero que pasa cuando mezclamos no solo la diferencia de la clase social, sino que le sumamos a eso la distinción de raza o color? La sociedad clasicista nos considera una abominación, para muchos es una lucha constante ante la discriminación social donde nos juzgamos según la raza o el color de piel de cada persona, sin embargo e comprobado en carne propia que no existe tal diferencia, que seria absurdo ser todos iguales, que marcar la diferencia es lo que nos hace humanos, no importa el color o la clase social, el amor es un sentimiento que abarca todo sin prejuicio alguno, que lo que daña a esta sociedad son los malos pensamientos y la falla en tomar decisiones.
Particularmente pienso que tenemos libre albedrío, derecho que se nos otorga al nacer, la libertad plena de tomar decisiones que nos favorezcan según nuestro criterio y he llegado a evaluar la inercia con la que juega el destino, hasta su llegada no conocía los parámetros de la vida, su sentido en encontrarme a mismo, jamás me había sentido más libre de sentir, de expresar, de actuar, como me hace sentir ella, diría que juego con las cartas en mi contra ante el peso de mis decisiones y promesas que nos alejan, a pesar de las fuerzas que emite el destino.
Fin de la nota.
Bastián Holding es el heredero del imperio de la gran familia Holding, según su descendencia, el hijo varón se convertirá en el líder y monarca de todos los bienes, convirtiéndose en la cabeza de la familia. Para llegar a su propósito, se debe seguir un patrón, crecer, graduarse, tomar su sucesión, casarse y formar una familia, así ha sido por años de generación en generación, un plan perfecto que no tenía fallos, hasta que ella llegó a su vida.
Con un compromiso y a la espera de formalizar, Bastián se convierte en la víctima del destino, quien se empeña en jugar sus cartas llevándolo a la vida de Naomi Scott, una joven humilde del Brown de Nueva York, que trabaja por las mañanas limpiando casas de personas adineradas, llegando así a la vida de Bastián.
Un encuentro intenso da inicio a una atracción a pesar de sus diferencias sociales y razas, las circunstancias los llevan a encontrarse en diferentes ocasiones, llevándolos a concretar un acuerdo que sería el inicio de un caluroso romance. Ella al tanto de su compromiso se deja llevar por lo que su corazón le dicta, al ser huérfana y falta de cariño, Naomí ve en Bastian a un ángel para su agitada vida. Ambos se olvidan de las diferencias y deciden disfrutar de sus momentos juntos, convirtiéndose más que en una necesidad para ambos.
Pero todo cambia cuando la realidad golpea sus puertas, el regreso de Pilar Ávila, la prometida de Bastián, crea una brecha entre ambos, lo que le da un giro de 90% a la vida de Naomi, quien se enfrenta a los prejuicios de una familia adinerada que la rechaza no solo por su estatus, sino por su color, convirtiendo su vida en un infierno con tal de que se aleje de Bastián.
A pesar de las diferencias, Bastian insiste en mantenerla a su lado, sus sentimientos son confusos y eso le impiden alejarse, sin embargo no es una decisión que solo él deba tomar. Debido al acoso y las amenazas, Naomí toma la decisión de alejarse, convirtiendo así sus vidas en una monotonía, la necesidad y el deseo de volver a verse deja consecuencias que determinará una nueva separación. Pero no todo está terminado, el destino aún no juega su última carta, llevándolos nuevamente a reencontrarse, llevando así el destino de ambos en una balanza.